SAN CRISTOBAL. La recuperación de la ribera y el entorno de los ríos Nigua y Yubazo ya es una realidad, poniendo fin al peligro que representaban estas aguas para más de 100 mil familias que viven en sus márgenes.
Los trabajos permitieron la recuperación funcional del ecosistema fluvial, la reducción de la contaminación con la consiguiente reducción del riesgo sanitario, el incremento de zonas verdes, la mejora de las vías de comunicación, y la construcción de un muro que evitará el desborde.
El acondicionamiento del entorno, permitirá la renovación de zonas urbanas adyacentes a estos ríos y la integración del espacio fluvial, como un ambiente periurbano, en el cual se podrían potenciar actividades sociales, recreativas y pedagógicas, aumentando la sensibilización social hacia este espacio y reduciendo su tendencia hacia la marginalidad.
Tres directivos de entidades representativas de esta provincia agradecieron al presidente Leonel Fernández haber ordenado, a través del Ministerio de Obras Públicas, los trabajos de canalización, adecuación y limpieza de estos ríos por el impacto social de la obra.
José Francisco Martich, presidente de la Cámara de Comercio de San Cristóbal; Héctor Bienvenido Porquín Batista, vicepresidente de la Fundación Verde Ecológica; y Wilson Martínez, vicepresidente del Consejo de Protección Ambiental (Coproam) ponderaron los trabajos.
Señalaron que esta ha sido la obra de mayor significación para esta provincia, porque va en beneficio de esos 30 barrios que sufrían los embates de las aguas de ambos ríos en épocas de lluvia, de la contaminación ambiental por el cúmulo de basura y las aguas cloacales.
Martich destacó que tras iniciadas las labores de readecuación de los ríos Nigua y Yubazo se ha evidenciado el cambio que han experimentado los residentes en las márgenes de los mismos, ya que el Gobierno ha devuelto la tranquilidad a esa zona poblada por personas desalojadas para dar paso a las construcciones de las presas Valdesia y Jigüey-Aguacate.
Mientras que Porquín Batista resaltó que la empresa que realiza la obra ya ha retirado más de cinco mil toneladas de desechos y sedimentos con la finalidad de proteger el medio ambiente, la salud de los residentes y para evitar que los referidos afluentes, en épocas de lluvias, inunden la zona poniendo en peligro la vida de las 30 mil familias que viven en sus márgenes.
El vicepresidente de la Fundación Verde Ecologista indicó, además, que según los informes que tiene, la empresa que realiza la canalización realizó los estudios requeridos sobre el impacto ambiental que tendrían dichos trabajos y efectuó los estudios topográficos necesarios para adecuar los causes de los ríos Nigua y Yubazo.
De su lado, el dirigente ambientalista Wilson Martínez indicó que la agilización de estos trabajos ha llenado de júbilo y alegría a los residentes en los diversos sectores ubicados en las márgenes de estos afluentes.
Dijo también que los trabajos que realiza la Constructora Martínez de la Cruz están adelantados en un 30 por ciento, beneficiando a los sectores, Las Flores, Los Molina, y Barrio Nuevo y que se trabaja en la actualidad en el intermedio de Jeringa y Coco López, para continuar en los sectores El Puente y La Sirena.
Martínez apuntó que además de la canalización de los ríos, la referida empresa avanza en la construcción del muro de contención, los cuales, a su entender, son de vital importancia debido a que han evitado que las últimas inundaciones arrasen con empresas, viviendas e importantes proyectos habitacionales que hay en la zona.
Martich, Porquín Batista y Martínez reiteraron su agradecimiento al presidente Leonel Fernández porque gracias a su apoyo se realiza la canalización y adecuación de los ríos Nigua y Yubazo, al igual que la construcción del muro de contención de dichos afluentes para evitar que el crecimiento de sus aguas, producto de las lluvias, inunde la zona ocupada por personas de escasos recursos.
UN APUNTE
Respaldo
El rescate de los dos afluentes ha recibido un gran respaldo de las poblaciones próximas a sus riberas y por la Cámara de Comercio de San Cristóbal, la fundación Verde Ecológica y el Consejo de Protección Ambiental (Coproam).
