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Odiseas de los enfermos sin seguro de salud

Odiseas de los enfermos sin seguro de salud

Santo Domingo.-Enfermarse en un país sin un sistema de seguridad social que funcione, aunque sea mínimamente, podría ser una condena a muerte.

Esa sensación era común en el pasado en República Dominicana, cuando la mayoría de la población vivía desprotegida y sólo unos pocos privilegiados disponían de cobertura de salud en clínicas privadas, así como de acceso a médicos especialistas.

Uno de esos casos es el de Andrea, de quien vamos a omitir los apellidos para proteger su identidad. Ella recuerda cuando la diagnosticaron con una grave enfermedad y pensó que se le venía el mundo encima, ya que no sabía cómo enfrentar la realidad de no disponer de un seguro médico.

Su esposo habló con un amigo médico, quien le recomendó acercarse a una de las empresas que ofrecían las igualas médicas para personas individuales.

“No teníamos seguro médico porque para entonces no era obligatorio y la empresa donde yo trabajaba me lo ofreció de manera opcional”, recuerda Jairo, esposo de Andrea, ambos para entonces de 28 años.
Recuerda que cuando diagnosticaron a Andrea vieron las puertas cerrarse para el tratamiento, pero entonces acudieron a la empresa de igualas médicas, ya con el formulario de empleado completo.

“Nos pidieron además de la carta de trabajo y el formulario, someternos a análisis para determinar si estábamos sanos, algo que aunque parezca una contradicción terrible, era un requerimiento básico para poder optar por un seguro de salud en el sector privado”, rememora 28 años después casi con ganas de llorar.

Finalmente, su pareja fue tratada en un hospital público donde pudo recuperar su salud, y hoy con 56 años se remonta a aquella forma de negar la asistencia médica a quienes no tenían un seguro o a quienes llegaban a las famosas igualas médicas con un padecimiento previo.
El rechazo de las empresas que ofrecían seguros de salud antes del 2001 no se quedaba sólo en quienes padecieran alguna dolencia previa, sino que abarcaba a las mujeres que debían presentar una prueba de embarazo que demostrara no estar en estado de gestación antes del ingreso.

Caso como el que sucedió a la pareja se cuentan por montones antes de la entrada en vigencia de la Ley 87-01 que creó el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), cuyo funcionamiento ha sido altamente beneficioso para los dominicanos.

Entre las igualas médicas discriminadoras y la cobertura magra del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), los trabajadores tenían suficiente para morirse, comentó un dirigente obrero.

Durante muchos años la cobertura del IDSS sólo alcanzaba a los trabajadores con un salario mensual de hasta 200 pesos, el cual fue ligeramente variado en la medida en que el dinero fue perdiendo valor.

Los beneficios

La entrada en vigencia de la ley 87-01 eliminó grandes distorsiones al hacer obligatoria la afiliación a la Seguridad Social, ya que todas las empresas están obligadas a inscribir sus nóminas de trabajadores en la Tesorería de lo Seguridad Social (TSS), de lo contrario se exponen a multas severas.

“De esta forma todos los dominicanos que figuran en una planilla de empleados, ya sean en el Estado o en las empresas del sector privado en todos sus niveles, tienen que figurar en la TSS y recibir un seguro de salud y estar inscritos en una Administradora de Fondos de Pensiones (AFP), lo que significa un enorme paso de avance que con sus dificultades significa un enorme paso de avance comparado con lo que se tenía”, aseguró un experto en la materia.

Así como el aspecto relativo a la cobertura de salud constituía un dolor de cabeza para los trabajadores y sus descendientes, el tema de las pensiones también creaba incertidumbre.

Al respecto se recuerda que antes de la ley 87-01, en la República Dominicana no existía un régimen de pensiones propiamente dicho, sino que en contadas empresas operaba alguna modalidad de fondo de pensiones para sus asalariados, no sujeto a regulaciones legales sino por virtud de pactos colectivos entre ellas y sus sindicatos, si existía asociación gremial.

En cuanto al sector público, sólo algunas instituciones disponían de dicho privilegio, quedando el resto de los empleados públicos a merced de un arcaico régimen de jubilaciones que dejaba mucho que desear, sostuvo otro experto consultado.

Atención primaria

¿Dónde ha fallado la Ley 87-01, a juicio de los expertos? Según los entendidos, la falla principal de la Seguridad Social ha estado en que 17 años después de su puesta en vigencia, no ha entrada entrado en vigor primer nivel de atención primaria que es la puerta de entrada al sistema de salud.

“No entendemos cómo en la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL) no se ha dado cumplimiento a la ley ni a las resoluciones del Consejo Nacional de la Seguridad Social sobre un tema de tanta importancia para el Seguro Familiar de Salud y que ofrecerá grandes beneficios a los afiliados al provocar un cambio de modelo de atención, de curativo a preventivo”, indican los expertos.

En ese sentido, citaron el artículo 129 de la legislación, el cual establece como fundamental la promoción de la salud y medicina preventiva, de acuerdo al listado de prestaciones que determine el Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS).

Sostienen que para esta parte de la Seguridad Social, las ARS son fundamentales, ya que son la conexión directa entre los afiliados y los prestadores de servicios de salud, tales como hospitales, laboratorios, farmacias y otros.