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ORTO-ESCRITURA

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Una nueva acepción para feminicidio

 

Un cambio muy novedoso en la vigésima tercera edición del Diccionario de la lengua española, recién publicado por la Asociación de de Academias de la Lengua Española, es el cambio aparecido con el vocablo “feminicidio”. Esta palabra significó hasta hace poco la muerte violenta de un grupo de mujeres por una misma razón. Seguía el patrón de genocidio.

El discurso feminista, amplificado por políticos, sacerdotes y otros líderes de opinión, ha llevado a las academias a este cambio en la acepción de feminicidio. Ahora es: asesinado de una mujer por razón de su sexo.

Queda recordar que la muerte de una persona causada por otra siempre es un homicidio, pero este nombre genérico adquiere especificidad según la relación del homicida con la víctima, a partir de la aplicación del sufijo “cidio” (del latín cidum, matar). Uxoricidio es la palabra asignada, aunque muy desconocida entre nosotros, para el caso de que alguien mate a su esposa.

La terminación cidio se presta para juegos literarios aun al margen de los dictados del diccionario, y siempre en un contexto que no se preste a dudas. Nadie podía ignorar la intención de Pablo Neruda cuando tituló un poema “Incitación al nixonicidio” o la del escritor dominicano Rey Andújar con su libro de cuento “Amoricidio”.

Hace más de un año, esta columna publicó el artículo “El plural de feminicidio”, basado en las apreciaciones de la Real Academia, del cual reproduzco unos párrafos:

La Real Academia, a través de la Fundación del Español Urgente, ha establecido una similitud gramatical entre /genocidio/ y /feminicidio/. “Igual que el término genocidio alude a ‘la eliminación sistemática de un grupo social por su raza, etnia, religión, etc.’, la palabra feminicidio denota al ‘asesinato sistemático de mujeres’, esto es, ‘a aquellas matanzas en las que se asesinan a las mujeres por el hecho de ser mujeres’. Por ello, no es apropiado emplearla cuando se trate del asesinato de una sola mujer, ni tampoco para referirse a todas las muertes en las que la víctima ha sido una mujer”.

De modo que resulta chocante el uso de expresiones como: a-Siguen los feminicidios. b- Hay que acabar con los feminicidios. c-Obispos critican los feminicidios.

Si están ocurriendo asesinatos sistemáticos de mujeres, por la razón de ser mujeres, estamos, entonces, en presencia de /UN feminicidio/. La palabra demanda un sentido colectivo. Quien guarde algún respeto por el idioma español, se abstendrá de usar la palabra feminicidio por el asesinato de cada una. Más aún, se abstendrá de pluralizar el término, cuando sume los casos de homicidios de mujeres. A quien no le importe el buen uso del idioma, podrá seguir cometiendo “idiomicidios”.

Como pueden ver, la lengua evoluciona. Ahora feminicidio, por fuerza del uso, es aceptado como “Asesinato de una mujer por razón de su sexo”.

El Nacional

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