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ORTO-ESCRITURA

ORTO-ESCRITURA

Prologuillo de Roberto Guzmán  al Diccionario

Este diccionario viene a colmar un vacío que existía en este campo de la cultura dominicana, para ese fin se preparó este inventario fidedigno. Es una obra original y auténtica en la bibliografía dominicana. Al llevarse a cabo una tarea como esta se consigue contribuir al conocimiento de la cultura dominicana. Este diccionario contiene una descripción de una parte importante del léxico de la variedad dominicana del español. Se ha trabajado sobre la memoria colectiva y las instituciones simbólicas de la sociedad para hacer acopio del material. No pretende ser una relación exhaustiva, sino más bien representativa en su género; no obstante, nada relevante se ha omitido.

En este diccionario puede que se detecten olvidos involuntarios, pero otras frases se han dejado fuera de manera intencional porque son internacionales y de uso general, o porque son de uso muy restringido en el ámbito del habla dominicana y no han generado prole. La recolección de materiales se hizo siguiendo un método riguroso, auxiliado por directrices coherentes. Si por otro parte no se encuentran algunas frases puede deberse a que han sido acuñadas en fecha reciente, pues no debe olvidarse que el idioma se está continuamente inventado, renovando, ajustándose a las necesidades expresivas, sobre todo cuando se trata de comunicar algo para lo cual no se conoce la palabra precisa.

Pertenecen estas frases al lenguaje ordinario, aun cuando en algunos casos han trascendido a la lengua culta, a la literatura, como podrá comprobarse al leer las referencias que constan en las ilustraciones del empleo de estas. Aunque han pasado por la pila bautismal de la literatura, estas frases no pertenecen al idioma artístico. Forman parte del discurso repetido que nace de la colectividad “cocreadora”, de la fuerza anónima del habla cotidiana.

El valor de estas lo adquiere mediante la aceptación y absorción por la comunidad misma. La fraseología desplegada en estas páginas constituye un vehículo de comunicación, de conocimientos y de expresión de la cultura que ha desarrollado la sociedad dominicana a través de su historia. Estas frases forman parte del conocimiento espontáneo del hablante dominicano.

Estas frases coleccionadas circulan libremente en las bocas de los hablantes sin pagar derechos de aduanas. Ellas transitan sin cesar activamente en la competencia lingüística de los hablantes, ajenas a la sujeción al comportamiento que las clases dominantes desean ver perpetuados, cuando estas empuñan las riendas de la creación y estrangulan con reglas la vena creativa del habla popular.

A veces escapan de los códigos estándar, con la característica de que en vez de definir, ellas ilustran. Estas locuciones forman parte de la realidad vital del pueblo dominicano, por ello se procura aquí dar una descripción objetiva lo más amplia posible, apoyadas por criterios y métodos lingüísticos como corresponde hacerlo en al ámbito académico.

En muchos casos no se considera necesario en el estado actual de la lengua que cuando se utilice una frase de este género se recurra a entrecomillarla porque esta forma parte del habla vernácula, pues al hacer esto parece que quien así escribe desea vacunarse o tomar distancia, como si esa habla fuera cosa extraña al país. No ha de olvidarse que el habla se considera más completa que la lengua. Muchas de las locuciones aquí listadas, por no decir todas, nacen de la necesidad de expresión de la comunidad lingüística dominicana en los diferentes momentos de su historia. Aquí se rescatan para que no queden al margen de los diccionarios.

Los dominicanos al consultar el diccionario se reconocerán de manera intuitiva o reflexionada. Esto les permitirá comparar sus recursos con los de otras comunidades y se sentirán legitimados en su dominicanidad expresada a través de la lengua.

Esta consulta les permitirá encontrar el sentido semántico que poseen en el seno de su comunidad las locuciones que difieren de lo aceptado en otras comunidades. Sobre todo, que en algunos casos, la diferencia es solo sintomática y no diferencial. Teniendo en cuenta que es imposible reunir la totalidad de las expresiones en un diccionario, aquí puede asegurarse que se cuenta con una representatividad ejemplar.

(Fragmento del texto escrito por Roberto Guzmán y leído en la presentación del Diccionario

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