Semana

ORTO-ESCRITURA

ORTO-ESCRITURA

¿Qué hacemos con el plural de “amet”?

 

En la entrega del domingo pasado demostramos con diversidad de ejemplos cómo el acrónimo Amet (Autoridad Metropolitana de Transporte) ha venido usándose en función de nombre común. Hemos visto el vocablo antecedido de artículos (el amet, un amet, los amets) y sustituido por un pronombre (ellos) y por igual modificado por un adjetivo (distraído amet, maldito amet, simpático amet).

El empleo de la “palabra” amet para nombrar al agente que se ocupa de poner orden en el tráfico de vehículos deja implícito que se le ha otorgado la condición de sustantivo, en este caso un sustantivo común y por tanto habrá de escribirse con inicial minúscula (amet).

Además, como sustantivo común es pasible de accidentes gramaticales de género y número.
Lo habitual en español es que los sustantivos sean masculinos o femeninos. Si se trata de seres animados, lo usual es que el sustantivo adopte una forma específica para cada uno de los dos géneros gramaticales, en correspondencia con la distinción biológica de sexos.

Esta diferenciación puede hacerse por el uso de terminaciones añadidas a una misma raíz, como ocurre, por ejemplo, en gato/gata, profesor/profesora, niño/niña, conde/condesa, zar/zarina. No creo que vaya a prosperar la forma “ameta” para nombrar a una miembro de la Amet. El vocablo será igual para ambos géneros (epiceno).

Plural
Más importante es reflexionar en torno al plural, pues frecuentemente se habla de los agentes del tráfico en plural: los amets hacen tapones; los amets resuelven….

Veamos algunas normas académicas respecto del plural, tomadas del Diccionario panhispánico de dudas:
g) Sustantivos y adjetivos terminados en -l, -r, -n, -d, -z, -j. Si no van precedidas de otra consonante (? j), forman el plural con -es: dócil, pl. dóciles; color, pl. colores; pan, pl. panes; césped, pl. céspedes; cáliz, pl. cálices; reloj, pl. relojes. Los extranjerismos que terminen en estas consonantes deben seguir esta misma regla: píxel, pl. píxeles; máster, pl. másteres; pin, pl. pines; interfaz, pl. interfaces; sij, pl. sijes. Son excepción las palabras esdrújulas, que permanecen invariables en plural: polisíndeton, pl. (los) polisíndeton; trávelin, pl. (los) trávelin; cáterin, pl. (los) cáterin. Excepcionalmente, el plural de hipérbaton es hipérbatos.
h) Sustantivos y adjetivos terminados en consonantes distintas de -l, -r, -n, -d, -z, -j, -s, -x, -ch. Se trate de onomatopeyas o de voces procedentes de otras lenguas, hacen el plural en -s: crac, pl. cracs; zigzag, pl. zigzags; esnob, pl. esnobs; chip, pl. chips; mamut, pl. mamuts; cómic, pl. cómics. Se exceptúa de esta regla la palabra club, que admite dos plurales, clubs y clubes (club). También son excepciones el arabismo imam (imán), cuyo plural asentado es imames, y el latinismo álbum (álbum), cuyo plural asentado es álbumes.

En este grupo entran los vocablos terminados en consonante /t/. La mayoría de las palabras terminadas en /t/ que empleamos en español son prestadas por otras lenguas, aunque se hayan acomodado y quedado y todas hacen el plural agregando /s/ como son los casos vocablos: Plácet, forma verbal del latín, lleva tilde, plural plácets; hábitat (hábitats); déficit (déficits); superávit (superávits); carnet (carnets).

De esta práctica sacamos que “amet” admite el plural agregando la consonante /s/, como han venido haciendo los usuarios de la lengua a través de medios de comunicación: dos amets dirigían el tránsito en la esquina; cuando los amets cumplen su trabajo el resultado se ve. Creo es lo que hay que hacer con el plural de amet, usada como nombre de común, es decir cuando se nombra a los agentes y no a la institución.

El Nacional

La Voz de Todos