Semana

ORTO-ESCRITURA

ORTO-ESCRITURA

El genio de la lengua, según Bruno Rosario.-

El genio de la lengua es el título del nuevo libro de Bruno Rosario Candelier, el cual tuvo una presentación previa en el encuentro del Ateneo Insular, realizado este fin de semana en La Vega y será presentado formalmente el martes 29, a las 10 am, en el recinto de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, en Santo Domingo. Lo que sigue es un extracto del capítulo “El rol del lenguaje en la creación”, del edificante libro de Bruno:

Lo que pasa con los ríos en el ámbito natural, acontece con todos los saberes en el ámbito de los conocimientos, como en la ciencia, las artes, la literatura, la historia, la filosofía y en todos los saberes.

La literatura actualmente presenta un caudal inmenso de conocimientos y de obras, que dan cuenta de lo que han creado los escritores que nos han precedido en el tiempo, lo mismo en literatura de ensayo como en poesía y ficción; lo mismo en narrativa, bien se trate de novelas, relatos y cuentos, como en teatro o en lírica.

Es mucho lo que hay que conocer, porque solo en la literatura dominicana hay una tradición conformada por centenares de libros en todos los géneros literarios.

Desde la primera novela dominicana, publicada por Pedro F. Bonó, hasta la más reciente novela de Rafael Peralta Romero, hay un caudal de textos novelísticos en nuestro país.

Lo mismo acontece en poesía, si nos remontamos a la producción lírica de sor Leonor de Ovando, hasta la de Ofelia Berrido en nuestros días. Imagínense si sumamos la literatura hispanoamericana, la española y la universal.

Cada país tiene un caudal de obras, que no nos daría tiempo en la vida para leerlas; lo mismo acontece en la lengua española o en otras lenguas, que también tienen un caudal amplio de creación literaria. En todas las lenguas de cultura hay centenares de obras literarias.

No tenemos la posibilidad física, el tiempo material para leer todas las obras que se han escrito. Por eso hay que hacer una selección, escoger las mejores obras en cada género literario y leer los diez o doce libros fundamentales para tener una idea de cuál es el desarrollo de la literatura. Lo cierto es que está a nuestra disposición una cantidad inmensa de libros, en los cuales podremos apreciar lo que aportan los escritores y lo que han hecho con la palabra de una forma creadora.

Eso implica que los profesionales, los intelectuales y los lectores en general han de desarrollar la conciencia de la lengua y la conciencia de la literatura. Desarrollar la conciencia lingüística conlleva que se despierte en nosotros un interés por la palabra, por hacer uso adecuado y apropiado de la palabra, uso que para conseguirlo es necesario tener el conocimiento de la ortografía, la gramática y el vocabulario.

La RAE ha registrado, en la base de datos de la lengua española, unas seiscientas mil formas de expresión, que solo los expertos pueden llegar a dominar y el diccionario oficial de nuestra lengua registra más de cien mil palabras.

Como hablantes ordinarios de nuestra lengua, podemos dominar cinco o seis mil palabras; el hablante sin formación escolar apenas conoce dos mil quinientas palabras; y un hablante culto de nuestro país puede dominar unas veinte mil o veinticinco mil palabras, de las cien mil que registra el diccionario.

Solo si nos referimos al conocimiento del vocabulario, tendríamos una amplia tarea para cultivarnos intelectualmente, porque el cultivo intelectual comienza por el conocimiento de la palabra.

El conocimiento de la palabra abre el horizonte intelectual, ensancha nuestro horizonte cultural. En la medida en que conocemos nuevas palabras se amplía el horizonte mental y cultural y esa es la ventaja del conocimiento de la lengua.

Si se despierta en nosotros la conciencia de la lengua, se va a desarrollar una curiosidad natural por el conocimiento de la palabra y por el uso ejemplar de la lengua, al momento de aplicar y conseguir lo que se llama el buen decir, que ha sido una aspiración de todos los buenos hablantes del español.

El Nacional

La Voz de Todos