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ORTO-ESCRITURA

ORTO-ESCRITURA

“Monseñor” y “fray” sólo ante nombre propio.-

Las palabras “monseñor”, título otorgado a los obispos y otros prelados católicos, y “fray”, tratamiento para religiosos de ciertas órdenes, es preferible que se escriban delante del nombre de la persona a quien se refieren.

No se corresponde con el buen uso del español colocar ante ambos vocablos los artículos el o un (un monseñor, el monseñor, un fray, el fray Santiago…).

Cuando un diario titula “Monseñor dice delincuencia debe ser combatida desde los hogares”, aunque no está escrito el pronombre indefinido un, está implícito, igual que si titulara “Hombre mata a su mujer embarazada”, expresión que implica que fue “un hombre”. Si el espacio no daba para incluir el apellido (Monseñor Espinal…) preferible hubiera sido: Obispo dice…

Situación similar se presenta con este título de noticia: “Monseñor critica uso de música urbana en actos fúnebres”. Queda implícito, y casi explícito, que ahí dice “Un monseñor”. Ocurre que monseñor es un título, no un cargo ni una profesión, como decir obrero, médico, abogado, diputado, obispo.

Todos esos sustantivos soportan delante el artículo “un” (Un obrero murió, Un médico denuncia, Un abogado se querelló, Un diputado reveló, Un obispo critica…)

El obispo que criticó la difusión de la llamada música urbana en actos fúnebres fue monseñor Francisco Ozoria. Si el espacio para el título no fuera suficiente para escribir “Monseñor Ozoria critica uso de música urbana en actos fúnebres”, preferible hubiera sido: “Ozoria critica uso de música urbana en actos fúnebres” o “Arzobispo critica uso de música urbana en actos fúnebres”.

Conviene recordar que además de que no es elegante escribir o decir: “un monseñor” ni “el monseñor Ozoria”, también se recomienda no emplear esta palabra en plural, aunque se refiera a varios prelados que ostentan ese título (monseñor Bretón, monseñor Masalles, monseñor Peña y monseñor Ozoria). Como ocurre con “don”: don José, don Bolívar, don Bienvenido.

Es repetitivo, pero la prensa independiente no está obligada a llamar a los prelados con ese título, sino por sus nombres y cargos.

Fray más el nombre

Fray hace la función de un título, pero es la apócope (reducción) del sustantivo fraile, con el que se denomina a los integrantes de ciertas órdenes religiosas.

Fraile procede del latín “frater” que significa hermano. Es el equivalente masculino de “sor”, también del latín, que significa hermana, y que usamos para el tratamiento a mujeres consagradas al servicio religioso a través de una congregación.

Se aconseja no emplear el vocablo “fray” sin el nombre de la persona, como ha ocurrido con los siguientes usos periodísticos: “Fray pide extender profilaxis a instituciones civiles”; “Fray pide endurecer penas a menores criminales”; “El Fray que haló las orejas al PRM”.

En el titular “Fray pide extender profilaxis a instituciones civiles”, lo procedente era nombrarlo “Fray Arístides…” o “Fray Jiménez…” El sustantivo fraile acepta que lo preceda un artículo (un fraile, el fraile, los frailes), por lo que esta palabra pudo ser usada en el titular, sin el nombre de la persona. Algunos frailes tienen orden sacerdotal y por tanto se les puede mencionar como “sacerdote” o “cura”.

En cuanto al titular “Fray pide endurecer penas a menores criminales”, que alude al más noticioso de los frailes dominicanos, el expárroco de Nuestra Señora de las Mercedes, fray Santiago Bautista, bien pudo escribirse: “Fray Santiago pide…” o “Fray Bautista pide…” o “Cura pide…” y hasta “Fraile pide…”

Una columna de comentarios se publicó con este título: “El Fray que haló las orejas al PRM”. En el sentido político está como quiso el autor, pero no así en lo gramatical. Primero, fray no es un cargo, como cura, presbítero, obispo…Fray se coloca delante del nombre. En segundo lugar ¿por qué mayúscula?

El comentarista aludía a fray Kelvin Acevedo. La columna es de opinión, hay más libertad en la escritura, pero más recomendable hubiera sido: “Fray Kelvin haló las orejas al PRM” o “Kelvin Acevedo, el fraile que haló las orejas al PRM”. “Fray Kelvin, el cura que haló las orejas al PRM”.

El Nacional

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