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ORTO-ESCRITURA

ORTO-ESCRITURA

Ojo con servil, servir, cerviz y cérvix

 
La paronimia establece la relación de una palabra respecto de otra con la que guarda alguna semejanza, ya sea por su etimología, por su forma o sonido, como aprehender (coger, asir) y aprender (adquirir conocimiento). Este parecido entre vocablos confunde a no pocos.

 
En ocasión anterior nos hemos referido a las palabras parónimas. Hoy particularizamos con un pequeño grupo que son parónimas entre sí: servil, servir, cerviz, cérvix.

 

Las tres primeras son agudas y la última es llana, y se le marca la tilde porque termina en /x/. Veamos los detalles:
Servil. Aguda (fuerza de entonación en la última sílaba). Es un adjetivo, procedente del latín (servilis) y quiere decir “Perteneciente o relativo a los siervos y criados”. 2. adj. Que de modo rastrero se somete totalmente a la autoridad de alguien. 3. adj. En el primer tercio del siglo XIX, partidario de la monarquía absoluta. Apl. a pers., u. t. c. s

 

El servilismo es una condición de indignidad, de sumisión. “Ningún pueblo ser libre merece / Si es esclavo, indolente y servil”, según proclama nuestro Himno. El adjetivo servil tiene en la lengua culta sinónimos como rastrero, bajo, vil, despreciable.
Servir. Aguda, como la anterior y no se le marca el acento (última sílaba) por terminar en consonante diferente de n y s.

 

El Diccionario de la lengua española le atribuye veinte acepciones, de las cuales transcribo siete: 1. intr. Estar al servicio de alguien. U. t. c. tr.2. intr. Estar sujeto a alguien por cualquier motivo haciendo lo que él quiere o dispone. 3. intr. Dicho de un instrumento o de una máquina: Ser a propósito para determinado fin. Estas tijeras sirven para podar. 4. intr. Ejercer un empleo o cargo propio o en lugar de alguien. U. t. c. tr. 5. intr. Hacer las veces de otro en un oficio u ocupación. 6. intr. Aprovechar, valer, ser de utilidad. 7. intr. Ser soldado en activo.

 
Algunos políticos hablan de que “quien no vive para servir no sirve para vivir”. La disposición para servir a los demás es una actitud digna de los buenos seres humanos. Para servir se preparan los jóvenes que aprenden profesiones y oficios. En el mejor sentido de la política, a los puestos públicos se va a servir, pero…

 
Cerviz. 1. f. Parte dorsal del cuello, que en el hombre y en la mayoría de los mamíferos consta de siete vértebras, de varios músculos y de la piel. Es palabra aguda, sustantivo, procede del latín. También se le define como parte posterior del cuello de una persona o animal, que recubre las vértebras cervicales. Es sinónima de cogote, nuca y cuello.

 
Con este vocablo, en forma figurada, se forman expresiones como “agachar, o bajar, o doblar, la cerviz”, que significa humillarse, deponiendo el orgullo y altivez, lo cual es propio de gente servil. Por el contrario, la locución verbal “levantar la cerviz” significa engreírse, ensoberbecerse, ser indómito.

 
En textos bíblicos se repite la locución. He aquí un ejemplo tomado del discurso de san Esteban ante el sanedrín: “¿No fue mi mano la que hizo todas estas cosas? Vosotros, que sois duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos, resistís siempre al Espíritu Santo; como hicieron vuestros padres, así también hacéis vosotros”. (Hechos de los Apóstoles 7,51).

 
Cérvix. Con este sustantivo se denomina en anatomía el cuello del útero.
Es la parte inferior del útero, situada en el fondo de la vagina. Aunque hay notable diferencia fonética (una es aguda y la otra llana) esta palabra tiene una relación etimológica con cerviz, vocablo que significa cuello, desde su origen en latín. Es preferible en masculino (el cérvix) aunque se admite el femenino (la cérvix).
Ejemplos: Le encontraron quistes en el cérvix. / La inflamación del cérvix se llama cervicitis.

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