Semana

ORTO-ESCRITURA

ORTO-ESCRITURA

Un tecito para Andresito, un anisito para  Josecito,.

Una reciente publicación periodística trajo el siguiente titular: “Para alejar el friito…¡dame un tececito!”. Provoca un repaso a las pautas para formar el diminutivo, el cual le llega al hablante por la herencia social y no se requiere estudios para entender que con esta forma las palabras adquieren una modificación que incide sobre su significación.

El uso de este recurso se cuenta como una peculiaridad del habla de los dominicanos. Se invita a un cafecito, a una cervecita o un vasito de cerveza. Se habla de los bienes como: unas vaquitas, una tierrita, unos pesitos y hasta un dinerito.

El diminutivo puede servir para expresar cariño y afecto (amorcito, papito, Clarita) pero también para disminuir y restar calidad (abogadito, funcionarito, hombrecito).

El poeta Andrés Avelino, de los padres del postumismo, en su poema Súplica, pide a su amada: “Hiérveme un tesesito de guanábana”, así escrito con /s/.

Los especialistas de la lengua recomiendan, para la correcta formación del diminutivo, el diferenciar las palabras entre monosílabas, bisílabas y polisílabas para agregarles el sufijo adecuado que las convierta en un diminutivo.

En cuanto a las monosílabas, la tendencia es a construir el diminutivo agregando el sufijo /–ecito/. En general, para construir el diminutivo en monosílabos acabados en consonantes, se les agrega –ecito, -ecita. Así, de luz (lucecita), cruz (crucecita), pez (pececito), pie (piececito).
El caso de /pie/ es excepcional, pues se duplica el interfijo /–ec/, para hacer el diminutivo /pi-ec-ec-ito/.

Las palabras bisílabas admiten cualquier forma de sufijo (-ito, -cito, -ecito), pero su uso está condicionado a si terminan en vocal átona, vocal tónica o en consonante. También depende de qué vocal se trate para saber cual sufijo usar. Por ejemplo, las palabras bisílabas terminadas en vocal átona /–a/ rigen como el modelo: cama ? camita. Por igual, las palabras bisílabas terminadas en vocal átona /–o/: coro ? corito.

Palabras bisílabas terminadas en vocal tónica / –á/, asumen –cito: sofá (sofacito). Por igual, palabras bisílabas terminadas en vocal tónica /–é/: José (Josecito), bebé (bebecito).

También llevan /-cito/ las palabras bisílabas terminadas en la vocal –e. no acentuada: traje (trajecito), suave (suavecito), cofre (cofrecito).

Las palabras bisílabas terminadas en consonante asumen tanto –ito como –cito. Veamos: reloj (relojito), doctor (doctorcito), amor (amorito, amorcito). Juan (Juanito, Juancito).

Las palabras polisílabas tienden a formar su diminutivo con –ito. Precisando que polisílabas terminadas en vocal: muchacha (muchachita), obrero (obrerito). Las terminadas en consonante que no sea –n o –r: semental (sementalito), ángel (angelito).
Las polisílabas que terminan en –n o –r tienden a formar su diminutivo con –cito. Ejemplo: ladrón (ladroncito), vestidor (vestidorcito), Ramón (Ramoncito). .

Diminutivo de té

Resulta más fácil decir o escribir tecito que “tececito”, pero hay inclinación en el habla popular hacia esta última forma. Recordemos que los sufijos (o terminaciones) para formar diminutivos en español son: -ito, -ita, -ico, -ica, -illo, -illa; en el caso de tecito y cafecito, entre el sufijo -ito y la palabra base a la que se une (té y café), por lo general, se intercala el interfijo -c- (y no -s-), que es necesario para que la palabra nueva quede bien formada; además, se hace precisa casi siempre la intercalación de un interfijo cuando la voz acaba en vocal tónica: té/tecito, café/cafetito, sofá/sofacito, bisté/bistecito.

Si la palabra termina en consonante /s/ lo normal es agregar la terminación –ito (Andrés, Andresito; anís, anisito) sin necesidad de un interfijo.

Cuando las palabras terminan en /z/ (lápiz, maíz) o solo tomamos la raíz hasta la “z” (panza) hay un cambio de “z” por “c” para la marca diminutiva: lapicito, maicito, pancita…
De modo que, brindemos con un tecito.

El Nacional

La Voz de Todos