Los números ordinales tienen sus normas
propósito de celebrarse en nuestro país la 21ª Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2018, la Fundéu Guzmán Ariza emitió unas claves de redacción que incluyen todos los términos relacionados con el mundo del libro para aclarar dudas o señalar vocablos en español que resultan más adecuados que los procedentes de otras lenguas.
Conviene leer y acoger las recomendaciones de Fundéu, de las cuales he tomado la segunda para que funcione como punto de partida de este artículo. A continuación cito el párrafo de la Fundéu dominicana:
“Edición XXI, 21.ª, vigesimoprimera o vigésima primera, pero no 21va. Para referirse al número de esta edición puede emplearse simplemente el número (21 o XXI) o las formas ordinales vigesimoprimera o vigésima primera, así como la abreviatura 21.ª, pero debe evitarse, por inapropiada, la forma partitiva 21va., que denota una fracción (por ejemplo 1/21, una 21va. parte). Cuando se emplea la forma abreviada, la Ortografía recomienda que se escriban con la letra volada precedida de punto ( 21.ª)”.
Los ordinales suelen ser piedra de choque para muchos usuarios de la lengua, sin excluir a profesionales del área, como maestros y escritores. El vicio más frecuente consiste en emplear el numeral partitivo en lugar del ordinal. Así, unos dicen “doceavos juegos deportivos” o “veintiunava” Copa de Tenis.
Partitivo, y su forma femenina partitiva, es lo que se puede partir o dividir, de modo que si un terreno fuera repartido entre doce herederos de quien fuera su propietario, a cada uno corresponderá una porción equivalente a una doceava parte. Si la herencia se repartiera entre veinte hermanos cada parte se denominará veinteava.
La Ortografía académica señala que son palabras simples los ordinales correspondientes a los números del uno al nueve: primero, segundo, tercero,…noveno. Por igual los correspondientes a todas las decenas (10 a 90): décimo, vigésimo, trigésimo, cuadragésimo,…nonagésimo. También son palabras simples los ordinales que expresan centenas (100 a 900): centésimo, ducentésimo, cuadrigentésimo,… noningentésimo.
Los demás ordinales son complejos y se escriben por yuxtaposición o fusión de las formas simples: vigésimo + primero, por ejemplo, origina vigesimoprimero, vigésimo primero, vigesimoprimer, vigésimo primer, vigesimoprimera, vigésima primera.
Veamos los ordinales, según las decenas: (10.º) décimo, décima; (11.º) undécimo, undécima; (12.º) duodécimo, duodécima, décimo segundo, décima segunda, decimosegundo, decimosegunda; (13.º) decimotercero o décimo tercero, decimotercer o décimo tercer, decimotercera o décima tercera.
Con la versión catorce de un evento se genera: decimocuarto o décimo cuarto, decimocuarta o décima cuarta. Aplique esto a decimoquinto, decimosexto, decimoséptimo, decimoctavo y decimonoveno.
Cuando se trata de veinte ocasiones de una actividad será: vigésimo o vigésima. Para las formas complejas se adicionarán los numerales del primero al noveno. Recuerde aplicar las variantes enunciadas en párrafos anteriores para el ejemplo vigésimo + primero.
“Los ordinales complejos correspondientes a la primera y a la segunda decena se pueden escribir en una o en dos palabras, pero hoy son mayoritarias y, por ello, preferibles las grafías univerbales (decimotercero, decimocuarto, vigesimoprimero, vigesimoctavo…”. (Ortografía de la lengua española, 2010, página 675).
Pero a partir de la tercera decena (trigésimo o trigésima) la cosa cambia, es decir solo se emplean las grafías pluriverbales. Digamos trigésimo + primero… (trigésimo segundo,… trigésimo noveno) y así sucesivamente con cuadragésimo, cuadragésima (40.º, 40.ª) , quincuagésimo, quincuagésima (50.º,50.ª ), sexagésimo, sexagésima (60.º, 60.ª ), septuagésimo, septuagésima (70.º, 70.ª ), octogésimo, octogésima (80.º, 80.ª), nonagésimo, nonagésima (90.º, 90.ª ) y centésimo, centésima (100.º, 100.ª).
No lo olvide, después de la vigesimoprimera o vigésima primera Feria Internacional del Libro viene la vigesimosegunda o vigésima segunda. Los números ordinales tienen su régimen ortográfico.
