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ORTO-ESCRITURA

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Sobre el verbo “juchar” y lo falso de una farsa

 

He consultado al director de la Academia Dominicana de la Lengua, doctor Bruno Rosario Candelier, acerca del verbo “juchar”, muy presente en el léxico dominicano, pero ausente en los diccionarios. Esta es su respuesta.

Querido Rafael: Amplío tu inquietud sobre el verbo “juchar”, que como ya te dije, parece una deformación de “luchar”, con los significados de ´joder´, ´fuñir´, ´embromar´, como apuntas en tu correo. En el español dominicano tenemos ejemplos de la conversión de la “h” en “j”. En nuestra lengua existe el verbo “huchear”, que significa lanzar los perros a la caza de algo o de alguien dando voces. Juchar implica lucha, por eso lo asocio a luchar. Quien “jucha” azuza, incita a atacar o a luchar. La expresión verbal tiene el tono de lucha o ataque.

Según comenta Roberto Guzmán, verbos similares existen o existieron en provenzal, huchar, uchar, ucar. En bajo latín hucus y uccus. Esas voces implican “grito, clamor”. Esas voces tienen un rasgo común: emitir sonidos de ataque con la boca. Como hacemos cuando “chubamos”. Además en español existe la palabra “jochear”, que significa azuzar a una persona.

En Bolivia se usa para incitar persona o animal. Jochar es otro americanismo de Bolivia, Costa Rica y Venezuela. Todos estos y los anteriores pueden tener relación con juchar. Saludos cordiales, BrunoRC.

La farsa puede basarse en una historia falsa

Una conversación en Jarabacoa, en el ámbito del Festival de Poesía de la Montaña, ha motivado una reflexión acerca de la relación entre el sustantivo /farsa/ y el adjetivo /falsa/. A cualquier hablante, en ocasiones, se le crea confusión con las palabras parónimas.

Empecemos por farsa, sustantivo femenino, con el que se nombra a una pieza cómica, breve por lo común, y sin más objeto que hacer reír. Se ha empleado este vocablo como sinónimo de comedia.

El DRAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua) le señala otras acepciones: 3. Obra dramática desarreglada, chabacana y grotesca. 4. f. Enredo, trama o tramoya para aparentar o engañar.

Esta última acepción es la que se traslada a otras actividades, como la política, para indicar que determinada acción es un engaño.

En cuanto a /falsa/, es el femenino de falso. El DRAE señala dieciséis acepciones para este adjetivo, las primeras tres son –obviamente- las más atendibles, por su uso generalizado:

1. adj. Engañoso, fingido, simulado, falto de ley, de realidad o de veracidad. 2. adj. Incierto y contrario a la verdad. Citas falsas. Argumentos falsos. U. t. c. s. 3. adj. Dicho de una persona: Que falsea o miente.

En la construcción de viviendas se habla de “falso piso”, en la edición de libros de “falsa portada” y también hablamos de “falsa alarma”, “falsa creencia” o “billete falso”.

Una farsa teatral puede estar basada en historias reales o historias falsas. Los intérpretes de la farsa son farsantes. El uso de este último adjetivo se ha extendido para calificar de hipócrita o mentirosa a una persona. De este modo se aproxima semánticamente a falso o falsa, pero siempre quedará claro que farsa, sustantivo procedente del francés, tiene origen muy diferente a falsa, adjetivo procedente del latín.

 

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