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ORTO-ESCRITURA

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Paronimia entre la Asunción y la Ascensión

 

En la primera entrega sobre voces parónimas, publicada el domingo 21 de septiembre, prometimos un seguimiento a las palabras asunción y ascensión, cuyo parecido no es tan notable, pero que la connotación que les ha otorgado la fe cristiana –sobre todo católica- acentúa la relación entre ambos vocablos.

Por lo semántico son sustantivos comunes: asunción significa acción y efecto de asumir, mientras ascensión es acción y efecto de ascender.
Pero el valor adquirido en el sentido teológico saca estas palabras del montón e impone escribirlas con mayúscula inicial.

Asunción
¿Qué significa asumir? El DRAE lo define como atraer a sí, tomar para sí. Hacerse cargo, responsabilizarse de algo, aceptarlo. Adquirir, tomar una forma mayor. Es decir, que se asume un compromiso, se asume una deuda, se asume una función.

Por antonomasia, en el catolicismo, se conoce como Asunción el hecho de ser elevada al cielo la Virgen María en cuerpo y alma, caso en que se escribe con mayúscula inicial. La fiesta con que se celebra este misterio (cuarto glorioso) el día 15 de agosto.

En noviembre de 1950, el papa Pío XII, en la Bula Munificentissimus Deus, proclamó el dogma de la Asunción de María: “Pronunciarnos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celeste”.
Aunque el participio del verbo asumir es /asumido/, la traducción de la bula usa “asunta”, un adjetivo que vino del latín pero que la Academia no ha ingresado al diccionario, pese a su persistente uso en la Iglesia católica. “Assumpta est Maria in Coelum” (Y la Virgen María fue asunta a los Cielos…). La letanía de la Virgen incluye en una de sus plegarias a la “Reina asunta a los Cielos”.

Ascensión

Es palabra común que por también por antonomasia se denomina la subida de Cristo a los cielos y por tanto se escribe con mayúscula inicial. La Ascensión es una fiesta movible con que anualmente celebra la Iglesia católica este misterio, cuarenta días después de la Pascua de Resurrección y que conmemora la ascensión de Jesucristo al cielo en presencia de sus discípulos.
La doctrina cristiana sostiene comúnmente que Cristo ascendió en forma física al cielo tras su resurrección en presencia de sus apóstoles. Se entiende por “ascender al cielo” una unión física con Dios Padre y no una transformación espiritual del individuo como es habitual en las experiencias místicas de otras religiones.

Este episodio es narrado en Marcos 16, 19-20; Lucas 24, 50-51 y Hechos de los Apóstoles 1, 9-11. A diferencia de María, quien fuera “asumida” o “asunta” (en pasiva) Jesús ascendió (voz activa). Lo cierto es que Asunción y Ascensión son voces parónimas, sobre todo, por lo semántico.

El Nacional

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