Opinión

Otro Gandhi

Otro Gandhi

Para construir una sociedad más humana y sin violencia es necesario que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, aprendan a vivir en una cultura de paz.

Educar para la paz es una responsabilidad de cada familia en particular y la escuela en sentido general, ya que al educar transmitimos valores, de los que dependen el tipo de conducta que adoptemos en nuestro modo de vida.

De ahí que no podamos hablar de paz sin hacer mención de las enseñanzas de Jesús y Mahatma Gandhi, los más grandes humanistas desde que el mundo es mundo.

Gandhi fue uno de los líderes del Movimiento de Independencia de la India y se tornó conocido en todo el mundo por su política de no violencia.

Éncarcelado algunas veces, pero sus ideas conquistaron a innumerables seguidores y su filosofía de vida se tornó conocida en todo el mundo.

La filosofía de Gandhi no sólo es al mismo tiempo, política, moral y religiosa, también es tradicional y moderna, de ahí que en sus discursos nunca faltaron expresiones como: “No tengo nada nuevo que enseñar al mundo. La verdad y la no violencia son tan viejas como las montañas”.

Muchas sociedades se están cimentando sobre mentiras y engaños

La manera en que políticamente dirigió a los hindúes a canalizar su batalla independentista mostrando la resistencia pacífica fue escrita en la historia con letras grandes. El movimiento de Derechos Civiles en los Estados Unidos en la década del 1960 dirigido y orquestado por Martin Luther King se basó en la doctrina de Ghandi.

La clave de la paz está precisamente en el respeto. Por tanto es necesario que la sociedad desde la diferente instancia, se unan de forma permanente para trabajar en la formación de seres humanos solidarios, dispuestos y contribuyentes para solucionar problemáticas sociales de manera civilizada.

No tengo dudas de que en un mundo donde las sociedades se cimentan sobre la base de la mentira y el engaño, y las contradicciones y frustraciones se canalizan a través de la violencia más cruenta, no tengo dudas que el mundo actual necesita otro Mahatma Gandhi.

El Nacional

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