Economía

P. Rico sigue activo tras el huracán gracias a populares plantas generadoras  

P. Rico sigue activo tras el huracán gracias a populares plantas generadoras  

San Juan,  (EFE).- Puerto Rico se mantiene hoy operando gracias a las populares plantas generadoras de energía alimentadas con diesel, el recurso al que todos acuden en la isla para mantener la actividad tras el paso del huracán María, que quebró la endeble infraestructura eléctrica.

 

María, un punto de inflexión en la historia de esta isla caribeña que es estado libre asociado de EE.UU., le dio el toque de gracia a la estatal Autoridad de la Energía Eléctrica, la popular AEE, una empresa pública incapaz de asumir su deuda multimillonaria y el centro de las iras de los puertorriqueños por sus elevadas tarifas y pobre servicio.   El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, reconoció que son las populares plantas de diesel las que permiten que el país siga hoy en pie, dado el colapso total provocado por la fuerza de un huracán que hizo historia como María al partir por la mitad a la Isla del Encanto.

 

La AEE, la empresa más grande de Puerto Rico, fue la gran perjudicada por María, que tumbó cientos de postes de la compañía estatal, que no tiene soterrado su sistema.   El resultado es que recuperar en su totalidad la infraestructura eléctrica puede llevar meses, se ha llegado a hablar de 9, un tiempo que la mayoría quiere pensar se trata de una exageración para preparar a la ciudadanía para lo peor.

 

La empresa estatal es mirada con desconfianza por una población que entiende que las tarifas son, incluso, más altas que las vigentes en Estados Unidos, el país que en Puerto Rico se mira siempre como referencia.   La AEE fue centro de la atención mediática hace justo un año, cuando un apagón dejó al país al completo a oscuras durante varias horas, muestra de la debilidad de una infraestructura eléctrica anticuada, en la que no se invierte y con problemas de gestión.   La debilidad del sistema eléctrico repercute a su vez sobre toda la actividad económica de la isla, empezando por las empresas, que tienen que asumir unos costes que afectan a su operatividad.

 

La injerencia política de los sucesivos Gobiernos de la isla en la dirección de la AEE es apuntada como una de las razones de que hoy la empresa estatal sea uno de los puntos débiles de sus infraestructuras y economía.   Los puertorriqueños han recurrido ante el panorama a las populares plantas energéticas de diesel, algo que en otras latitudes suena a chino pero un recurso tradicional en la cultura puertorriqueña y del Caribe en general, un territorio acostumbrado a estar situado en la ruta que siguen los huracanes en estos meses.

 

El característico sonido de las plantas empezó a sentirse la madrugada del pasado miércoles conforme se iba tumbando el sistema eléctrico y permanece hoy como la única forma de mantener el país en marcha.   Hospitales, centros gubernamentales, hoteles y edificios de apartamentos de lujo son algunos de los privilegiados que cuentan con luz a pesar de la caída del sistema, aunque también muchas viviendas unifamiliares y pequeños comercios se han dotado de plantas.

 

En todos los rincones de la isla hoy se escucha el estruendo de las plantas, que, en ocasiones, son además motivo de disputas y controversias por el desagradable sonido y el monóxido de carbono que despide al aire, que en ocasiones va a parar al vecino.   Los restaurantes populares, que en algunos casos 24 horas después del huracán comenzaron a dar servicio, no habrían operado si no hubiera sido gracias a las plantas generadoras, que se espera que sigan sonando en las calles de Puerto Rico durante las próximas semanas, si no meses.

El Nacional

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