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Pandilleros aterrorizan escuelas Públicas

Pandilleros aterrorizan escuelas Públicas

Las escuelas públicas no escapan a la ola de violencia que arropa a la sociedad dominicana. Peleas entre pandillas, heridas de armas blancas, drogas, rencillas pasionales, requisas policiales, estudiantes expulsados o en prisión, intranquilizan los centros de estudios y obligan a sus directores y sicólogos a tomar medidas extremas, en un esfuerzo por controlar la situación. Los directores de algunos planteles tienen que pedir refuerzos a la Policía Escolar y la cooperación de las sociedades de padres para organizar y vigilar la salida de sus alumnos, evitar las peleas y garantizar que lleguen sin problemas a sus hogares.

“La semana pasada me iba a apuñalar un estudiante en la puerta del plantel, en un pleito por una noviecita”, afirmó Víctor Liria, director del Centro de Excelencia República de Colombia, un plantel con 790 alumnos con edades entre 13 y 18 años, ubicado en la calle Yolanda Guzmán, del ensanche Luperón.

El educador confesó que desde que asumió el puesto en el 2006 ha tenido que trabajar duro para desintegrar 14 pandillas en ese centro de estudios, pero el problema persiste. “Ayer se fueron a las pedradas en la cancha los de la escuela primaria contra los de aquí”, sigue diciendo, tras revelar que entre el 30 y el 40 por ciento de los alumnos de la institución tienen problemas de conducta.

Ese enfrentamiento provocó que varios escolares fueran suspendidos, “para protegerlos de sus agresores”. Liria reveló que tuvo que quitar los plafones de los baños, porque allí los estudiantes escondían cuchillos, machetes, navajas, tijeras, destornilladores y otros objetos cortantes que les permitieran agredir y defenderse de sus agresores. En su primer año de gestión expulsó a seis estudiantes que participaron en un pleito en el plantel. De ellos, uno está preso, tres fueron asesinados, uno se graduó en la universidad y otro está cojo porque recibió un balazo en una pierna.

El tema fue abordado, también, por Dominga Joaquín, directora de la escuela República de Haití; María del Carmen Ramírez, de la Fátima Oscar Santana; Elisabeth Sánchez, de la República de Perú e Isidro Ventura, subdirector del Centro de Excelencia República de Colombia.

Los directores atribuyeron el problema a que los niños y los adolescentes que asisten a las escuelas públicas crecen y se desarrollan en ambientes y situaciones que generan violencia, como la pobreza extrema, la drogadicción, las agresiones intrafamiliares, el incesto, el hacinamiento, las violaciones sexuales y los asesinatos.

“Esos problemas sociales impactan negativamente a los estudiantes y repercuten en la escuela”, afirmaron. En la capital, por ejemplo, a los planteles del Estado asisten los estudiantes de Cristo Rey, Capotillo, ensanche Luperón, ensanche Espaillat, Gualey, Las Cañitas, Guachupita, Domingo Savio, La Ciénaga, Guiricano y otros sectores cuyos moradores son fuertemente golpeados por la pobreza y la falta de oportunidades, donde abundan el crimen, la delincuencia y la degradación moral.

“La crisis social y económica es la causa fundamental de todo comportamiento antisocial”, consideran.

Violencia en el hogar
“El problema de la violencia se genera en el hogar, en la familia”, afirma la directora de la escuela Perú, que funciona en el sector de Villa Francisca.
Sánchez contó que la mayoría de los estudiantes de ese centro tienen uno o los dos padres presos, son hijos de prostitutas y drogadictos y conviven con el crimen.

“El otro día vino una niña sin pantis y tuvimos que salir corriendo a comprarle ropa interior”, contó, como una evidencia del descontrol que existe en el hogar de esa alumna. “Los niños viven mucha violencia en la calle y nos la traen a la escuela. Si el papá golpea a la mamá, el niño quiere hacer lo mismo en la escuela”, siguió diciendo.

Consideró que el entorno de la escuela Perú no es el más favorable para el desarrollo de los estudiantes, debajo del elevado de la avenida París, entre múltiples rutas de carros, autobuses y minibuses, prostitutas , drogadictos y ladrones.

Algunas adolescentes del Centro de Excelencia República de Colombia fueron sacadas de sus hogares y enviadas a los hogares de paso Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani), “porque hemos descubierto que hay incesto en la familia”. Otro estudiante está preso, porque en el verano del 2013 asesinó a su padre, lo picó y escondió el cuerpo en un tanque.

“Hemos tenido casos de muchachos que roban y muchachos que intentan violar a compañeras de estudios”, manifestó el director del centro.
La directora de la escuela República de Haití trabaja con 1,710 estudiantes, distribuidos en 49 secciones y dos tandas
Dominga Joaquín, aseguró que los escolares de ese centro “se pelean por cualquier cosa”. Para ellos es habitual la agresión”.
En la escuela, además de la física, se producen muchas más manifestaciones de violencia. Los niños y adolescentes se agreden, también, diciéndose sobrenombres, se esconden los cuadernos, se esconden los zapatos y los cuadernos, se acosan sexualmente.

María del Carmen Ramírez, directora de la escuela Fátima Oscar Santana, un centro con 758 estudiantes y 590 en la mañana, reveló que allí los directivos de la Asociación de Padres y Amigos de la Escuela conducen la salida de los escolares, para evitar que inicien peleas y evitar que los miembros de las pandillas se lleven las adolescentes que logran enamorar.
También, les llegan refuerzos de la Policía Escolar.

Casos sonados

El año pasado, la población sufrió el horror de una niña de 13 años del Centro Educativo Santa Marta, en Cristo Rey, que fue agredida con una navaja en el cuello y el pecho por una compañera de estudios. La niña herida, en un pleito por un refresco, estuvo a punto de perder la vida, porque faltó solo un centímetro para la navaja cortar su aorta. Recibió una sutura de 30 puntos.

En Santa Marta recibe estudiantes de Los Guaricamos, Villa Mella, Los Cartones, La Cuarenta, Hoyo de Chulín, Capotillo, La Zurza, Sabana Perdida, Villas Agrícolas y diversos barrios de Cristo Rey.

En marzo de este año, Iris Margarita Knight Corporán y Anyeli Mateo, directora y subdirectora del liceo República de Paraguay, denunciaron que 10 estudiantes de ese centro fueron agredidos por pandilleros del barrio La Ciénaga. El centro está ubicado en la calle Francisco J. Peynado esquina Arzobispo Portes, en Ciudad Nueva.

En el interior del país

Josefa Medina Medina, directora de la regional de Educación de San Juan de la Maguana y Elías Piña, consideró que es urgente encontrar alternativas para enfrentar los conflictos, riñas e incidentes entre los escolares de provincias, donde funcionan 270 escuelas públicas, con una matrícula de 77 mil alumnos.

El periodista Manuel Espinosa Rosario reportó que el pasado viernes, en San Juan de la Maguana, el director de la escuela Maguana Arriba, Osen Mateo, puso en manos de las autoridades a un estudiantes de 12 años que fue sorprendido con una escopeta de fabricación casera en su mochila.
También en San Juan de la Maguana, un estudiante de la escuela Enriquillo amenazó a un profesor que le impidió entrar al plantel con un vestuario inadecuado.

Recientemente, dos niñas de 12 y 13 años del liceo Pedro Henríquez Ureña, fueron curadas de las heridas y golpes que se propinaron durante un pleito que sostuvieron.

En Elías Piña, en el liceo Gastón Fernando Deligne, en el municipio de Comendador, la Policía hizo una requisa sorpresa e incautó a los estudiantes tijeras, corta uñas, navajas y cuchillos y otros objetos cortantes.

UN APUNTE

Empezar por los padres

María del Carmen Ramírez, directora de la escuela Oscar Santana sostuvo que  cualquier acción para disminuir los niveles de violencia entre los alumnos  debe empezar por los padres, en cuyos hogares se producen múltiples manifestaciones de violencia que afectan a sus vástagos.

 

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1- Dominga Joaquín, directora de la escuela   Haití.

2- María del Carmen Ramírez,  director de  la Fátima Oscar Santana, afirma pandilleros esperan a las muchachas a la salida del plantel y se las llevan.

3- Esta niña de 13 años recibió heridas en el cuello y el pecho.

4- Isidro Ventura y Víctor Liria, subdirector y director del Centro de Excelencia Colombia.

 

Pilar Moreno

Periodista de vasta experiencia en el periodismo educativo y político