Opinión

Pantallas flexibles podrían ser una realidad en 2018

Pantallas flexibles podrían ser una realidad en 2018

Cada cierto tiempo el tema de pantallas flexibles hace acto de presencia, ya sea en la forma de paneles que pueden enrollarse para facilitar transporte o como smartphones que pueden llevarse en la muñeca, idea que probablemente daría al traste con los relojes inteligentes.

Uno de los más entusiastas proponentes de esta tecnología es Samsung, que viene presentando desde CES 2011 algunos avances, sin que aun lleguen a materializarse del todo. De igual manera Panasonic, LG y hasta Microsoft se han unido a la tendencia, pero solo a nivel de prototipo.

¿Veremos algún día aplicaciones prácticas de pantallas flexibles? Todo parece indicar que 2018 será el año en que finalmente debuten estas ideas a nivel comercial. El año pasado se vio algún indicio desde China con Moxi, que había presentado su propuesta de smartphone flexible capaz de ser usado como brazalete en la muñeca, pero hasta ahora no hay reportes de ventas o disponibilidad.
De Moxi, que inicialmente planeaba ofrecer su smartphone flexible con pantalla a blanco y negro pese a que el prototipo la mostraba a color, quedando esta característica pospuesta para 2018, pasamos a Samsung, que recientemente dio indicios de aplicaciones prácticas de esta tecnología a nivel de la Galaxy Note.
Los incrédulos dirán que la nueva Galaxy Note (versión 8) apenas tiene un mes en el mercado, pero si algo se ha demostrado en los últimos tiempos es que la competencia a este nivel es feroz y por tanto las innovaciones deben ser implementadas rápidamente, aún a riesgo de que pasen cosas lamentables. Siendo el caso que en smartphones, phablets y demás queda poco por inventar, hace sentido que Samsung se vaya por esta línea, sobre todo cuando lleva años perfeccionando el concepto.

En este punto no hay certeza que el próximo Galaxy Note -que sería el 9 se seguirse con la nomenclatura, aunque también se habla de Galaxy X, que sería un smartphone- tenga una pantalla flexible, pero en todo caso Samsung no estaría solo en su oferta: la inglesa FlexEnable, dedicada a la electrónica flexible, se unió en julio pasado Truly Semiconductor en China para empezar a producir pantallas flexibles en masa con miras a 2018.

A diferencia de Samsung, que en todo momento ha hablado de pantallas OLED flexibles, la propuesta de FlexEnable -cuyo prototipo de smartphone flexible para uso en la muñeca fue presentado en 2015- se basa en OLCD, es decir, pantallas orgánicas de cristal líquido.

Habría que ver cuál de estas dos propuestas ofrecer el mejor desempeño en la práctica, y también quien se sumaría a FlexEnable como posible competencia de Samsung. En 2018, si llegan a salir productos reales listos para la venta, veremos cómo reacciona el mercado.

El Nacional

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