Opinión

Parece que fue ayer, Peña

Parece que fue ayer, Peña

Si de estar vivo, se nos haría un tanto difícil saber de qué lado estaría el doctor Peña Gómez en el actual proceso electoral, pero de algo si estamos seguro, y es que muchos estaríamos a su lado recibiendo sus orientaciones.

Hoy, a 18 años de su sentida partida, con mezcla de tristeza y dolor, dentro de mí mantengo vivo a José Francisco Peña Gómez, porque aun no acepto su partida, porque creo que todavía estoy a su lado trabajando en su comando de campaña para llevarlo como presidente de la República y más tarde como síndico del Distrito Nacional, (98-2002).

Parece que fue ayer que estando en la provincia Bahoruco, acompañando a los candidatos y candidatas del Partido Revolucionario Dominicano el pueblo dominicano y las redes de noticias internacionales conocían la infausta noticia del fallecimiento del Dr. José Francisco Peña Gómez.

El líder de muchos dominicanos vino a la luz un 6 de marzo de 1937, quién, como los poetas nació, creció y voló hasta el cielo a ocupar el lugar que Dios le había reservado.

El amor, la entrega y el desprendimiento de Peña fueron tan grande que no hay forma olvidar.

El vuelo de Peña nos dejó un sabor tan amargo en nuestras gargantas y un dolor que aun nos embarga, porque perdimos al maestro y guía y dejamos de oler el perfume de la rosa blanca que por años sin términos adornó nuestro jardín.

A Peña, en sus 18 años de partida, le damos gracias por enseñarnos hacer política sin odio ni rencores. Gracias, porque a pesar del escarnio al que fue sometido supo mantener encendida, hasta su hora final la antorcha de la dignidad y el perdón.

El Nacional

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