Representantes de diversos sectores de la comunidad evangélica cristiana de la República Dominicana se mostraron unidos en cuanto a los acto conmemorativos a la celebración de los 500 años de la creación de las Reformas Protestantes del Martín Lutero, pero se presentaron divididos en cuanto al tema del aborto y la modificación al Código Penal de la República Dominicana.
Ambos temas fueron dilucidados durante el almuerzo semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, en el salón de conferencia compartido de los periódicos Hoy, El Nacional y El Día, bajo la coordinación del veterano periodista Juan Bolívar Díaz.
Entre los invitados estuvieron el doctor Wilfredo Mañón, rector de la Universidad Nacional Evangélica (UNEV); licenciado Manuel Estrella, presidente de la Mesa de Diálogo y Representación Cristiana; el licenciado Braulio Portes, presidente del Consejo Nacional de Iglesias; pastor Adolfo Mateo, presidente del Consejo Nacional de la Confraternidad de Pastores Evangélicos; doctor Miguel Núñez, médico inféctologo, pastor y teólogo; y el doctor Luis Thomas, jurista y catedrático Universitario.
Los pastores trabajan en conjunto para los actos de celebración del V Centenario de las Reformas Protestantes de Martín Lutero, que ocurrieron el 31 de octubre 1517), y los cuales serán el 31 de octubre de este año.
Se conoce como Reforma Protestante o la Reforma, al movimiento religioso cristiano iniciado en Alemania en el siglo XVI por Martín Lutero, que llevó a un cisma de la Iglesia católica para dar origen a numerosas iglesias y organizaciones agrupadas bajo la denominación de protestantismo.
La Reforma tuvo su origen en las críticas y propuestas con las que diversos religiosos, pensadores y políticos europeos buscaron provocar un cambio profundo y generalizado en los usos y costumbres de la Iglesia Católica, además de negar la jurisdicción del papa sobre toda la cristiandad y sus principales exponentes fueron Martín Lutero y Juan Calvino.
El protestantismo ha llegado a constituir la tercera gran rama del cristianismo, con un grupo de fieles que actualmente supera los trescientos 300 millones.
Braulio Portes sostuvo que “el protestantismo tiene 500 años y 400 de llegar a nuestro país, cuya única misión es dar a conocer la palabra de Dios”.
“América Latina es el bastión del cristianismo donde se fortalece la doctrina de la fe”, precisó Portes.
De su lado, Luis Thomas sostuvo que “Lutero y las Reformas propugnaron porque la Iglesia Cristiana regresara a los caminos de los postulamientos de la palabra de Dios, de la que se habían salido para el siglo XVI. Y que mientras el pueblo humilde pasaba miles vicisitudes, los burócratas de la iglesia exhibían opulencias”.
Sus palabras coincidieron con Manuel Estrellas, Adolfo Mateo, Wilfredo Mañón y Adolfo Mateo, quienes agregaron que el hombre vive por la fe, a la vez que resaltaron los valores familiares y el matrimonio entre un hombre y una mujer, y llamaron aberración a las uniones legales o de hecho entre personas del mismo sexo.
Divididos por el aborto
En cuanto al tema del aborto, los pastores evangélicos se mostraron divididos, unos a favor de cierto tipo de abortos y otros opuestos aferrados a preceptos bíblicos.
El doctor Thomas dice que “estoy de acuerdo con que se aborte cuando se pone en riesgo la vida de la madre, cuando la criatura es producto de una violación, y no es posible condenar de por vida a una mujer -de cualquier edad- a vivir con eso por más amor que le tome el hijo o hija. Y además sostiene que se debe permitir el aborto en las criaturas con deformaciones congénitas.
“Un aborto por necesidad no es asesinato”, exclamó Thomas.
Para Estrella “el aborto en cualquier manifestación es inaceptable, creemos en la vida de la criatura que se formó en el vientre de una mujer y no somos quienes para impedir su desarrollo”.
Coincidencia con Iglesia Católica
Wilfredo Mañón, rector de la Universidad Nacional Evangélica (UNEV), anunció que apoya a la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), la cual mostró pesar por el deterioro familiar, y que la mujer dominicana incrementa su liderazgo y se preocupa por su propia formación y desarrollo.
El Episcopado se expresó mediante su Carta Pastoral 2017 y dijo que “son heroínas nuestras mujeres más pobres, madres del campo y de los barrios de nuestras ciudades, que poseyendo menos estudios y, consecuentemente, con menos posibilidades de trabajo formal, viven una vida de muchos sacrificios, trabajando duramente en medio de precariedades para sostener sus hogares”.
