Opinión

Pecisamente

Pecisamente

Es crucial la situación actual de los haitianos en este país. Se sienten perdidos y sin rumbo, también se pone en riesgo la familia dominicana, pero la realidad es que hay que soportar la frustración y el sufrimiento.

 La vida real es compleja. Es imposible captar mediante el análisis el cuadro completo, dentro de una línea de dientes de sierra, que no puede evitar los exitantes puntos críticos. A los haitianos en su desesperación el hambre los empuja hacia donde, creen, van a encontrar techo, pan y trabajo tras un paraíso que no existe, en busca de una mejor forma de vida. Que lastima, cruzan un deprimente masacre ”a pie”.

Emigran por múltiples razones. Lo mismo ocurre con un gran número de dominicanos que viajan en yolas y en ”cualquier otra cosa” para Puerto Rico y otros lugares. Muchos malviven entre detenciones de la policía, recurrentes brotes de racismo visceral, deportaciones, etc..

Esta aspiración pretende alcanzar bienestar, crea en los países receptores una situación perturbadora.  Con su consiguiente rechazo, es obvio, una cultura es el conjunto de historias que da cohesión a una sociedad, en ella los relatos sobre los propios orígenes.

Esto es la biografía de una sociedad (la descripción de la vida), lo que le dice que es. Se sabe que esta sociedad vive una doble moral, no queremos al extranjero, al ilegal como ciudadano, (depende del color y del dinero) ah! y por supuesto que realize trabajo, cuando nos conviene.

En el caso de los haitianos se necesita aplicación práctica. Seamos comprensivos, rechacemos la histeria. Sobre todo, ¿Por qué no trabajar con la educación intercultural?

Eso es. 

El Nacional

La Voz de Todos