Opinión

Pecisamente

Pecisamente

El mundo cambia rápida y constantemente, sobre todo en nuestros días. En un año que se inicia, en nuestra sociedad, como en muchas otras, hay una intensa competencia para conseguir recursos.

Las personas han de hacer cada vez más con menos, la supervivencia es difícil, y prosperar en este momento es todavía más.

En tiempos de cambios profundos, el pasado no se repite en el futuro. Por eso, es fundamental disponer de soluciones y de la habilidad para diseñar métodos creativos para enfrentar los problemas cotidianos.

Es esencial vivir una vida sin que se pierda su significado.

Hay que contar con una reserva de calma y equilibrio durante los períodos de prueba y vencer los obstáculos que impiden las actuaciones eficaces en todos los roles.

La vida es un reto a cada instante.

Hay que centrarse en proyectos a corto, mediano y largo plazo, mediante la concentración sostenida de un alto nivel de decisión, alineado armoniosamente para alcanzar las metas y objetivos más importantes.

Es necesario contar con sueños y metas. Pasión, ¡claro que es necesaria!,  pero debe ser acompañada con  una  bien alta dosis  de racionalidad.

El doctor Martin Luther King junior dijo: ”Yo tengo un sueño”. No dijo: ”Tengo un plan estratégico”.

El sueño de la igualdad racial del que hablaba el militante en la lucha por el respeto a la condición humana, era un estado deseado y difícil de alcanzar, pero llegó al corazón de la gente y suscitó una respuesta que cambió la historia de toda una nación.

 Así, el punto inicial de cualquier propósito, es un sueño.

De manera similar, los pasos racionales producen resultados al servicio de la pasión.

El Nacional

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