Maduro, y con él a Chavéz, Fidel, Bosch, El Che y la humanidad decente del mundo

Quiero, en virtud de lo bien que me sentí, compartir con ustedes parte de un correo que me enviase un antiguo compañero partidario y de las lides de la Asociación Médica Dominicana, hoy Colegio Médico. Se trata de Ernesto Rymer, de La Romana.

Distinguido Compañero. Reciba antes que nada un sincero saludo boschista.

Acabo de leer su libro: Ni Santo ni Mesías, solo Juan Bosch, con el que me identifico plenamente.

Desde hace un buen tiempo, yo acostumbro a leer con un lápiz en la mano, para marcar las citas interesantes que pueda tener la obra que cae en mi poder. Pero también para señalar las posibles faltas que pueda encontrar en el escrito.

Esta mala (o buena) costumbre me la inculcó Odalís Roa, cuando me tomó como su asistente, al final de los años 80, en la corrección de estilo del periódico Vanguardia del Pueblo

No creo que fuera porque me di muy bueno, si no porque no había otro quien lo hiciera, la revisión y corrección de los trabajos de opinión de Juan Bosch y de otros compañeros me tocaba a mí, cada semana. Y si yo faltaba un lunes a esa tarea, podía haber problemas.

Así que, Compañero, al terminar de leer su libro, me doy cuenta que tiene un buen número de rayas y marcas. Creo que por la importancia del mismo se debe pensar en hacer otras ediciones, quizás ampliadas y corregidas.

Por ello le quiero hacer llegar el que tengo en mi poder, para que tome en cuenta algunas sugerencias de corrección, para una próxima publicación. Naturalmente, uno de los primeros ejemplares debe llegar a mis manos, con especial dedicatoria.

No me anima para esto ningún interés mercurial, si no el deseo de que esas ideas, algunas de la cuales quisiera haber escrito yo, les lleguen a otros lectores de la forma más correcta posible.

Mil gracias a Ernesto desde esta nueva esquina que es Cuando sea presidente.