SAN LUIS. Piense en los torpederos de la élite en el béisbol, y piensa en los nombres que vienen a la mente. Troy Tulowitzki, sin duda. Andrelton Simmons, por supuesto, y tal vez Starlin Castro, Ian Desmond, o Brandon Crawford, dependiendo de dónde estén sus lealtades.

Ahora, comprensa que ni uno solo de los jugadores mencionados poseen el título de “más valioso torpedero del béisbol” remontando a principios del 2014.

Esa corona pertenece a un jugador por lo general más conocido para las casi dos temporadas completas que pasó alejado del campo corto en tercera, o por una suspensión por estimulantes, o incluso sólo por la forma inusual en que se deletrea su nombre de pila.

Usted puede que no piense en Jhonny Peralta, quien cumplió 33 años el jueves, entre los mejores de béisbol en el campo corto. Pero como él se mantiene demostrando, como lo hizo jugando un papel central en la victoria de San Luis 3-0 sobre los Dodgers el viernes por la noche, es allí donde pertenece.

Estamos usando la fórmula de Victorias sobre Reemplazo para considerar a Peralta como el torpedero más valioso durante 2014-15, debido a que representa las contribuciones de ambos lados de la pelota.

Peralta ha sido un 25 por ciento mejor que el bateador promedio en ese periodo, y a pesar de que él “no luce como un torpedero se supone”, él ha sido un valor aproximado de 11 carreras por encima del promedio de fildeo. A pesar de que lo atacan por correr por debajo del promedio, cuando se pone que todo junto.