El rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo se comprometió ayer con un grupo de peregrinos a gestionar una extensión de esa academia en Moca, así como a solicitar la terminación de una escuela dejada a medio construir por la Secretaría de Educación.

El compromiso asumido por el doctor Franklin García Fermín fue hecho en presencia del padre Rogelio Cruz y el doctor Félix Antonio Cruz Jiminián, quienes lograron de esa forma que los jóvenes desistieran de continuar el peregrinaje a Higüey.

A instancia del padre Cruz y del doctor Cruz Jiminián, los peregrinos decidieron suspender el viaje a Higüey para reunirse con el rector García Fermín, quien le haría las propuestas para que desistieran de sus propósitos. Cruz Jiminián, que debió abandonar las consultas que realizaba en la clínica del mismo nombre para acudir a la UASD, donde firmaría como testigo el acuerdo suscrito por el rector junto al padre Rogelio, se mostró optimista de que se llegaría a una solución del conflicto, para evitar el viaje a La Altagracia. Asimismo, informó que los peregrinos se reunirían ayer en la tarde con la arquitecta Alma Fernández, para negociar la construcción de las viviendas para 36 familias damnificadas de las tormentas Olga y Nouel. El grupo de peregrinos, que retornará hoy a Moca, lo integran José Miguel Balbuena, vocero del grupo, Juan Comprés, Leonardo Antonio García, Juan Carlos Beras Santana, Juan Ramón Martínez, Juan Hidalgo Gómez, Julián Bettemí y Felipe Díaz.

Aunque admitió que el Gobierno construye algunas obras, Balbuena consideró que no eran suficientes para cumplir con sus exigencias.

Los peregrinos habían acampado desde este viernes en la glorieta del Parque Enriquillo en la barriada de Villa Francisca, luego que fueran impedidos por militares entregar sus demandas en el Palacio Nacional.

Habían partido el pasado lunes de la provincia Espaillat, en un recorrido que culminó en Santo Domingo, pero ante la negativa del Gobierno a recibir su petición habían decidido ampliar el periHigüey.

la tarde, partirían a Higüey, donde permanecerían hasta que el Gobierno los complazca.

Hablaron delante de un ataúd que simboliza el luto por las obras incumplidas.