Opinión

Perfumes, vinos y estatuas

Perfumes, vinos y estatuas

Dice Sami Abu-Yusuf, el imán de una mezquita en Colonia que “las chicas tienen toda la culpa, iban por las calles medio desnudas y utilizan perfumes”. Según los pronósticos del imán, “esto no es más que el principio” y asegura que “es solo un ensayo general de lo que puede ocurrir en toda Alemania”.

El otro imán en Berlín es aún más directo y enfático. Dice el imán: “Como dijo Mahoma, “si un hombre invita a su mejer a la cama y ella se niega y decide dormir, los ángeles la maldecirán hasta que despierte”. Agrega el imán, “la mujer debe permanecer en casa y dedicar su tiempo al cuidado de sus hijos y de su hombre, debe cocinar, limpiar el piso, ordenar y preocuparse de sus hijos y de su esposo, solo pueden abandonar el hogar si cuentan con el consentimiento de su esposo”.

Como consecuencia de las agresiones sexuales ocurridas en Colonia y en 12 ciudades alemanas, varios locales de ocio han prohibido la entrada a refugiados y colocado un cartel en su entrada que dice “discoteca limpia de refugiados”. Por supuesto la reacción de las autoridades ha sido asegurar que se cumpla con la ley que no permite reservarse el derecho de admisión. Los empresarios responden que necesitan “garantizar la seguridad de las mujeres”.

Dice el primer ministro francés, Manuel Valls que “si Europa no es capaz de proteger sus fronteras, se cuestionará la idea de Europa”. “Europa no puede hace frente al alto número de refugiados que están llegando a sus fronteras”. Dice Valls, “estamos en guerra”.

Mientras los refugiados musulmanes son los protagonistas de los delitos en masa, el presidente de Irán, Hasan Rohani, visita Italia incluida una cita con el papa Francisco. Oficialmente dicen que conversaron sobre la lucha contra el terrorismo y el tráfico de armas.

Resulta que las estatuas desnudas instaladas en el recorrido que el presidente iraní hizo por los Museos Capitolinos de Roma fueron cubiertas con cajones blancos y el vino ni ninguna bebida alcohólica fue servida en la cena oficial. El presidente iraní afirma que no había pedido que se cubrieran las estatuas y según fuentes oficiales se hizo en señal “de respeto a la cultura y la sensibilidad iraní”. Parecería que la firma de contratos de Irán con Italia por 17,000 millones de euros es el precio de la dignidad italiana.

Ya están avisados los europeos. Ni perfume, ni ropa casi desnuda, las mujeres para complacer al marido, ni vino, ni estatuas desnudas que eso ofende y perturba a los seguidores del Islam.
¿La Ilustración guardada en cajones blancos y Europa de vuelta a la Edad Media?

El Nacional

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