De acuerdo con críticos como José Luis Martínez Albertos y otros académicos, los “proveedores de información o de contenidos” no tienen la función precisa de producir noticias sino proveer bases de datos o cuadros estadísticos.
Para este profesor español, la información técnicamente correcta tiene lugar cuando el mensaje cumple, acumulativamente, tres condiciones: es una noticia debidamente deslindada, rigurosamente verificada y adecuadamente contextualizada.
Esto es lo que marca el compendio de normas deontológicas inseparables del concepto clásico de periodismo, sobre todo en el deslinde de los hechos y las opiniones, entre relatos y comentarios y entre textos informativos y textos persuasivos.
Por eso él ve riesgoso considerar parte de la comunicación periodística a los “proveedores de información o de contenidos” —por su semejanza con la labor de los profesionales de la noticia—, cuando en realidad lo que están haciendo es aplastar al verdadero periodista, quien se dirige a un público eminentemente masivo y no tiene como objetivo primordial el consumo personalizado de mensajes.
El nuevo modelo de la comunicación noticiosa y la revolución de los géneros periodísticos han borrado las líneas que separaban los contenidos de textos, cuyo fin es informar sobre los acontecimientos, de aquellos cuya finalidad es orientar, persuadir y en ocasiones rumorar.
La realidad actual nos dibuja un panorama avasallador del “periodismo ciudadano”, con la noticia como centro, pues la incorporación de avanzadas tecnologías a la red ha propiciado el desarrollo acelerado de periódicos digitales que, en su mayoría se alimentan de los chismes de las redes sociales, o copiando informaciones de otros medios ya establecido y con prestigio en la sociedad.
Hay que reconocer que las redes sociales, por su morbo, a veces hacen más atractivas y contundentes las transmisiones de novedades, por lo cual no puede negarse que dichas bitácoras representan el corazón mismo de la web.
Para hacerse escuchar, “las masas” llegaron a acercarse un poco al periodismo Cuando podían pasar reportes a las salas de redacción acerca de sucesos con ciertos factores de valoración noticiosa.
