MADRID. AFP. Más de 6.000 periodistas han perdido su trabajo en España desde el inicio de la crisis: es la advertencia que lanzará el jueves la profesión, con ocasión del día mundial de la libertad de prensa, bajo el lema “Sin periodismo no hay democracia”.
“Es la situación más grave que atraviesa el periodismo en toda su historia”, lamentó Elsa González, presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (Fape).
Según la FAPE, que agrupa a más de 21.000 profesionales, desde 2008, 6.234 periodistas han perdido su trabajo, 57 medios de comunicación han cerrado y se han llevado a cabo 23 expedientes de regulación de empleo.
“Este último trimestre, las cifras son alarmantes y el horizonte, la verdad es que es oscuro”, añadió. Las últimas víctimas: nada menos que los dos grandes diarios nacionales, El Mundo y El País.
El primero, que ya ha comunicado sus intenciones a los sindicatos, va a suprimir “como mínimo 195 personas, son uno de cada 3 periodistas”, explicó Fernando Cano, redactor jefe de la página web especializada en medios, prnoticias.com.
El segundo, que prepara un expediente de regulación de empleo “tiene que hacer algo similar”, consideró.
En febrero desapareció de los quioscos Público, un periódico que se había distinguido en los últimos meses por su defensa de los “indignados”, el movimiento nacido para denunciar las consecuencias de la crisis.
En total, 160 periodistas acabaron en el paro. A esta pérdida de empleos se añade una situación “de precariedad”, dijo Elsa González, ya que “se han rebajado sueldos en casi todos los medios de comunicación”.
Los periodistas “tienen que hacer el mismo trabajo con menos gente y los que quedan tienen que reducir los salarios”, dice Cano, antes de insistir en que “están más presionados: tienen que trabajar más y ganar menos”.
Y “si una redacción está tan debilitada, no puede cumplir su función que es garantizar el derecho ciudadano a recibir información libre”, afirma González.
Por ejemplo, “si llega a una redacción una información prácticamente elaborada, directamente, sin consultar o sin rascar a ver lo qué hay detrás de esta información, se publica o se emite”, explica.
Para denunciar esta situación, la FAPE ha convocado para el jueves, día mundial de la libertad de prensa, concentraciones en una cuarentena de ciudades por todo el país, con el fin de “reinvidicar una mejor situación para los periodistas y hacer visible que la situación, la debilidad del periodismo, empobrece la democracia”.
