Mientras una multitud acudía a la Séptima Gala Benéfica de Estrellas de la Danza Mundial, donde nuestro Ballet Nacional Dominicano se la lució con la pieza Agua Viva, se presentaba en la Sala Ravelo la obra de Teatro Peter el Rojo, un monólogo del actor Carlos Espinal, basado en el Informe para una Academia, de Franz Kafka.
La historia de Kafka narra el periplo de un gorila quien, para evitar que lo exhibieran en un zoológico, intenta con éxito aprender el lenguaje y conducta humana y en el proceso va perdiendo su esencia como simio, o con la libertad, lo cual lo llena de nostalgia. Sus reflexiones sobre la hipocresía del ser humano, sobre su incapacidad de decir lo que significa, su arte para enmascarar sus verdaderas intenciones, conmueven hasta las lágrimas.
Quien se presenta ante nosotros es ciertamente un simio. La expresión facial y el lenguaje corporal de Carlos Espinal son exactamente las de un gorila intentando expresar como decimos las cosas y en el proceso, dejando escapar fragmentos de su ser que rápidamente obvia, para poder pasar el examen a que lo tiene sometido la Academia de Ciencias que ha de certificarlo como humano y permitirle que habite entre nosotros.
Me sorprendió el sentido del humor del actual director de la Academia de Ciencias, quien se presto para dar una declaración, al igual que otros, al inicio de la obra sobre Peter, un detalle realista en un excelente trabajo de ficción.
También me sorprendió la juventud de los productores, dos muchachos: Amaury Esquea y Victor Alonzo, empeñados en producir buen teatro. Ellos lograron convencer a Carlos de venir al país e involucrase en esta obra que ya ha sido presentada, con mucho éxito, en el Dante Hall Theater, de New Jersey, con el auspicio del Stockon College, la Hispanic Alliance, la Casa Dominicana de New Jersey y el periódico Sol Latino.
Carlos Espinal, es un actor graduado del American Musical and Dramatic Academy de New York y de la Escuela Nacional de Artes Escénicas de nuestro país. Ha realizado estudios con el Puertorican Traveling Theater y en el Herberg Beghold Studios de New York, entre otros. Ello explica su absoluto dominio del inglés y la altísima profesionalidad de su actuación.
Su currículo es imposible de reproducir, solo quiero contar, como testimonio de su actuación, que dos amigos acompañantes salieron desesperados por la domesticación de Peter, porque no se subió a un poste, o se comió un guineo. Recuerden, les dije, que estaba tratando de pasar un examen con la comunidad científica, y en esa enorme tensión entre su naturaleza y lo impuesto, radicó el arte de la extraordinaria actuación de Espinal.
