Economía

Piden el FMI evite guerra de monedas

Piden el FMI evite guerra de monedas

WASHINGTON.  AFP.  Los países miembros del Fondo Monetario Internacional (FMI) le pasaron este sábado la pelota al organismo para que “profundice su trabajo” sobre los desequilibrios cambiarios mundiales y evitar así la denominada “guerra de las monedas”.

   Tras las advertencias del ministro de Finanzas brasileño, Guido Mantega, de que esa guerra ya estalló, el Fondo recibió el encargo de que también vigile ese aspecto de la economía mundial que está perjudicando a numerosos países emergentes.

   Aunque resistente, el sistema monetario mundial presenta “tensiones y vulnerabilidades producto del crecimiento de los desequilibrios mundiales, el persistente flujo volátil de capitales, movimientos de las tasas de cambio y temas relacionados con la acumulación de reservas”, indicaron los miembros del Comité Financiero y Monetario del FMI en un comunicado.

   Ante este panorama, “hacemos un llamado al Fondo para que profundice su trabajo en estas áreas, incluyendo estudios exhaustivos”, indicó el comité que orienta las políticas del organismo.

   “Seguiremos revisando análisis y propuestas durante el próximo año”, agregó el comunicado del Comité, en nombre de los 187 Estados miembros.

   Aunque los países miembros “han sido muy expresivos sobre la necesidad de controles monetarios o control de los flujos, al final se dirigen al Fondo y preguntan ‘¿qué podemos hacer?'”, aseguró el director general del organismo, Dominique Strauss-Kahn.

   Tras acusaciones cruzadas en las últimas semanas entre países como China, Estados Unidos, Japón o la Unión Europea, Strauss-Kahn aseguró que se vio sorprendido por la continua “voluntad de cooperación”.

   “Es responsabilidad de los países tomar medidas, pero el FMI debe señalar efectivamente los retos y brindar apoyo para dirigir la acción”, indicó el secretario del Tesoro estadounidense Timothy Geithner.

   Pero el tema de fondo, “el problema real es la cuestión del reequilibrio” del crecimiento mundial.

   Regiones como América Latina están creciendo en 2010 a tasas superiores al 5%, mientras que la Unión Europea no llega ni a la mitad de esa cifra.

   Eso genera todo tipo de flujos hacia los países emergentes, y países como Brasil ven cómo a pesar de una sólida política macroeconómica, su real se está reevaluando hasta un 35% respecto al dólar desde 2009.

   Mantega reconoció sin embargo en Washington que no existen soluciones globales, como los controles a la entrada de flujos de capital que impuso su país, y que otros como México se niegan a imitar.

   Mantega volvió a insistir en que los países avanzados, y citó específicamente a Alemania y Estados Unidos, deben continuar con sus políticas de estímulo.

   Ese tiempo, sin embargo, ya pasó para los europeos y para Washington, atenazados por sus déficits fiscales.

   Estados Unidos “ha hecho su tarea” al promover el ahorro interno, se limitó a indicar Geithner, quien pidió al mismo tiempo que los países emergentes no se apoyen tanto en sus exportaciones.

   El FMI tiene además otro frente abierto, el de la redistribución de cuotas internas y de escaños en el consejo de administración del organismo.

   Los europeos intentan aplazar lo máximo posible la dolorosa decisión de ceder hasta dos escaños de los nueve que controlan en el consejo (24 en total).

   “Necesitamos probablemente más tiempo”, admitió el ministro adjunto de Finanzas alemán, Jorg Asmussen.

El Nacional

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