El padre de una joven de 29 años que la madrugada del viernes murió luego de realizarse una intervención quirúrgica estética, clamó porque las autoridades de Salud Pública establezcan medidas ejemplarizadoras que detengan las muertes de mujeres en las clínicas que se dedican a ese tipo de procedimientos, sin tener las condiciones médicas y sanitarias apropiadas.
Francisco Ureña, padre de Mariela Martínez, quien murió luego de recibir atenciones en varios centros de salud, afirmó que ésta no recibió las atenciones post operatorias que demandaban las circunstancias.
Martínez fue operada el pasado lunes en la clínica del doctor Edgar Contreras, en Arroyo Hondo, por del cirujano plástico Héctor Cabral, director del Centro Internacional de Cirugía Plástica Avanzada (Cipla), cuyos quirófanos habían sido cerrados por Salud Pública.
Ureña, aseguró Martínez, una empleada privada, no recibió las atenciones que requería su condición, pues le dieron de alta antes de las 24 horas de operada sin que el doctor Cabral le diera el seguimiento debido a su condición de salud, a pesar de los fuertes dolores que padecía.
Indicó que las condiciones de Salud de Martínez, quien deja en la orfandad a una niña de 12 años, se agravaron y fue trasladada a las 3:00 de la tarde del pasado jueves al CIPLA, clínica que carecía de una unidad de cuidados intensivos debidamente equipada para atender el caso.
“No había ni un monitor para hacerle un electrocardiograma y tuvieron que salir a buscar un técnico que lo instalara”, precisó.
Manifestó que el doctor Cabral, a las 11:00 del jueves, llamó un cardiólogo para evaluar la paciente, quien recomendó que llamaran a un neumólogo, debido a los serios problemas respiratorios que presentaba.
Indicó que media hora después el neumólogo recomendó sacar la paciente del CIPLA y llevarla a un centro médico especializado.
Dijo que, a las 2:30 de la la madrugada del viernes, fue conducida al Centro de Otorrinolaringología en la 27 de Febrero, donde falleció horas después, a causa de varios paros cardiovasculares.
Manifestó que el intensivista del Centro de Otorrinolaringología le dijo que el cuadro que presentaba su hija ameritaba atención médica especializada inmediata, pero que se perdió mucho tiempo.
