Opinión

Policía de luto

Policía de luto

En dos meses y días, los horrores de la delincuencia han arrebatado la vida de 5 destacados miembros de la Policía Nacional en una vorágine criminal detestable, sádica y cruel, por lo que esa institución está de luto.

Estos asesinatos tienen las características de que a todos les han robado el arma de fuego que portaban legalmente, con el infortunio de que los mismos no pudieron hacer uso del derecho a la defensa.

En el país reina consternación y repudio a estos y otros hechos abominables y cobardes de quienes no piensan en sus padres, hijos, ni en nadie.

Quienes arrebatan la vida a miembros de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas de la nación no merecen jamás gozar de libertad. Las violaciones de menores, estupros y quienes asesinan y torturan a personas adultas o ancianos, así como quienes producen quemaduras y fallecimientos con el llamado acido del diablo, que ojala las autoridades realicen allanamientos a los lugares donde los venden y los desmantelen, deben ser castigados con toda la fuerza de la ley.

Desde 1966, cuando fuimos electos diputados al Congreso Nacional por la provincia de San Cristóbal, hemos estado luchando por el aumento de las penas para estas acciones criminales, pero todo ha sido en vano, quedándome no obstante, la gran satisfacción del deber cumplido.

Debemos redoblar esfuerzos a los propósitos de limitar la ocurrencia de crímenes que tanto laceran la conciencia social y familiar, llevando el dolor, luto, lágrimas y sufrimientos a tantos hogares e instituciones de la República.

Pues quienes como esto escribe y sus íntimos familiares se perenniza en sus vidas no solo con el dolor sino el insomnio, el silencio y las penumbras que nunca sanan ni existen medicamentos que puedan arrancar de nuestras mentes y corazones el suplicio que produce la pérdida de un ser querido o el estupro de quienes han sido sangre de nuestra sangre y vida de nuestras vidas.

Cada vez que fallece alguien victima de la violencia y el crimen, un miembro de la Policía Nacional o de las Fuerzas Armadas, desaparece un hijo de la Patria.

El Nacional

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