Los cuerpos élites de la Policía continúan la búsqueda de cinco miembros de la banda de jóvenes a la que se atribuye haber asesinado en una semana siete agentes para despojarlos de sus armas de reglamento, así como de realizar otros atracos en los que dejaron heridas a varias personas en el Gran Santo Domingo y la región Este del país.
La Policía informó que ayer en Higüey, cuatro de los jóvenes que integraban el grupo de alegados delincuentes, fueron ultimados a balazos en dos enfrentamientos con patrullas de la institución del orden.
El vocero de la institución, general Nelson Rosario, dijo que unidades élites conformadas por la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim), el Departamento de Inteligencia Delictiva, los Swats, Linces, y agentes que conforman la Policía Preventiva, tratan de identificar y capturar al grupo de jóvenes para someterlos a la justicia.
Ayer en Higüey, fueron abatido por patrullas de la Policía, Jairo Mueses (Jairo El Sicario), señalado como el cabecilla de la banda conocida como “Mata Policías”, Frendy Ortíz , de 25 a 30 años, Maiki de 25 a 30 años, y otro desconocido de unos 30 años, de piel clara, cabello crespo.
Los equipos de oficiales del Dicrim y otras unidades élites de la Policía, daban seguimiento al grupo de supuestos delincuentes, luego de su llegada a la provincia La Altagracia, y que un servicio de inteligencia informara sobre su presencia en la zona.
Los cuatros hombres abatidos fueron vistos ayer por los agentes a las 6:00 de la tarde en la calle Juan Ponce de León, próximo a la Basílica de Higüey, donde se inició su percusión que se extendió hasta el cementerio municipal donde fue abatido el cabecilla de la banda.
En poder de los ultimados se ocuparon las pistolas Berza calibre 9 milímetros, número 688364 y la Taurus calibre 9 milímetros número TDM3766, con sus respectivos cargadores y con las que habrían enfrentado a los agentes.
Un apunte:
Rebelión
Una fuente oficial dijo que la orden de perseguir a la banda, la dio el director de la Policía, mayor general Nelson Peguero Paredes, tras una reunión con la plana mayor, en la que generales externaron inconformidad por su pasividad ante los asesinatos de los agentes de orden. Los generales plantearon posiciones duras y conminaron al jefe policial a actuar o de lo contrario “ordenaremos a los a los policías buscarlos y enfrentarlos en cualquier terreno”.
A la citada banda se le atribuye la muerte del sargento de la Policía, Luis Enrique Ogando Berigüete, en la calle primera del barrio Invi de Los Alcarrizos, a quien despojaron de su pistola y recuperada en poder de uno de los occisos.
También de las muertes del sargento mayor Cristóbal Vicente Lázaro Amador, el día 24 en la avenida Prolongación 27 de Febrero, del raso Furssy Pereyra, en Pedro Brand; del civil Amaury Germán García, en la calle Los Cocos del sector la Fe en Los Alcarrizos y una mujer quien resultó muerta en el sector Hato Nuevo.
Otros agentes heridos a manos de la banda es el sargento de la Policía, Jonathan Arcángel Cuello, del civil Robert Rafael Pérez Rivas, en Las Caobas, Héctor Jorge Guzmán en Los Alcarrizos Viejo, la señora María Inmaculada Concepción de la Cruz y su hijo Luis Fernando Guzmán de 19 años en el barrio La Piña, entre otros.
