Opinión

Por fin habló el Presidente

Por fin habló el Presidente

El presidente Danilo Medina no estaba en la agenda para hablar durante la inauguración de una escuela en Santiago, pero ante el reclamo del cura Benito Cruz Lantigua exigiendo la construcción de otras obras de gran necesidad para la población, el mandatario pidió a los presentes sentarse para escuchar su respuesta; por cierto, nada convincente para el párroco ni para los residentes en esa marginada comunidad de Los Salados.

Finalmente el presidente habló, lo que sirvió para que recordemos el timbre de su voz. Como era de esperarse el mandatario defendió su obra de gobierno a pesar, según dijo, del bajo presupuesto de la nación, lo cual es contradictorio con la falta de racionalidad en el gasto público y la cada vez más creciente deuda externa.

El jefe de Estado habló de los avances en educación y salud donde se levantan hospitales que podrán competir con las mejores clínicas privadas del país, reivindicando su política de “varilla y cemento” que en la mayoría de los casos elevan el nivel de corrupción, pero no resuelven los problemas, principalmente en Salud donde Danilo invierte apenas el 1.4% del PIB cuando el CMD y los organismos internacionales reclaman por lo menos un 5%, como ocurre en la mayoría de los países de la región.

Los 540 mil empleos que Danilo dice que ha creado no sé dónde están. Es posible que trabajen en factorías en Estados Unidos y Europa donde han emigrado cientos de miles de hombres y mujeres porque no encuentran como ni donde ganarse el pan de sus hijos. (El papel lo aguanta todo).

Danilo dijo lo que dice siempre. Este es uno de los mejores países del mundo aunque la gente se esté cayendo a pedazos; la economía crece más que en todas partes aunque sigamos siendo uno de los países más pobres. Para Danilo y el PLD todo está súper bien.

No hay problema aunque las mujeres pobres busquen maridos pobres por dinero y terminan con dos o tres carajitos sin “pai” y se convierten en madres solteras más pobres que antes de parir, como dijo, algo inaudito en un país educado, con salud y rico. (No lo entendí). ¡Me doy!

De lo que el pueblo quiere que Danilo hable, no habló.
Ojalá un día de estos, cuando un párroco le diga que su gobierno es tan o más corrupto que el anterior, se moleste, pida un turno y hable sobre los sobornos de 3.5 millones de dólares de los aviones Tucano; los 92 millones de dólares que Odebrecht dice pagó en sobornos a funcionarios y congresistas para obtener contratos de obras que fueron sobrevaluadas; del financiamiento de su campañas electorales, de su amigo Joao Santana, que según dicen aún sigue cobrando en el Palacio; que se refiera a los negocios que rodean las Plantas de Punta Catalina.