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Por los caminos del MERENGUE

<P>Por los caminos del MERENGUE</P>

El  título de esta entrega es del último aporte bibliográfico del escritor, historiador y articulistas Rafael Chaljub Mejía, complemento de su original “Antes de que te vayas”, publicado en 2002 con el patrocinio de E. León Jimenes en ocasión de festejar su primer centenario.

Rafael Chaljub publica con este estudio sobre el merengue, su título número ocho, un guiño a la Academia Dominicana de la Historia, para incorporarlo a su exclusiva membresía.

Demuestra el autor una ve más, su amor por su país, cuanto le inspira y motiva lo autóctono, ora en el folclor, ora en relievar a personajes vibrantes en el tímpano nacional, como el coronel Francis Caamaño, Buenaventura Báez descrito en su obra.

Los Seis Años en que describe la tragedia nacional del gobierno apátrida que impulsó el empréstito proditorio de Harmont, ora porfiando las instancias suprema del poder al presidente Joaquín Balaguer con las armas en las manos, un decanto pueril suyo que amerita respeto, aunque no convalidación.

Francisco Merardo Germán, sobreviviente de la gesta inmortal del l4-06-l959; He aquí la Izquierda, descripción del desideratum demencial de un grupo de quijotes, que casi arruinaron sus vidas para nada, creyendo que enfrentando é intentando derrocar al presidente Joaquín Balaguer coronaban sus hazañas, sin entender que era al imperio que realmente enfrentaban, en lo  más álgido de la llamada Guerra Fría.

Posterior a sufrir todo lo que pudo evitar, Rafael Chaljub se decanta por los linderos de la cultura, la investigación, la pasión vibrante por la historia, lo vernáculo, por donde en realidad debió empezar, y así todos disfrutar por un paréntesis mayor de su talento innegable y su vocación innata por rescatar y perfilar a personajes y costumbres..

En su estudio segundo sobre el merengue, refiere que versiones lo originan en España,  incorrecto, porque en España no se conocía en ese tiempo que se alude, ni posterior  esa música, que sustenta  un decir que se estrena en nuestro país en la batalla de Talanquera, que se produjo en l844 y en alusión burlesca a un soldado nombrado Tomás de Torres que se apichonó en la refriega, huyendo del combate.

En realidad el orígen del merengue, que es nuestra música emblemática, como la flor de Bayahibe ó la caoba (swietenia mahogani), arranca luego de la guerra Restauradora de l863-65, y su primer extraordinario y nunca superado intérprete de siempre es Francisco Antonio Lora Cabrera (Ñico), que nació en l868 en Maizal, entonces provincia de Santiago, hoy de Valverde, hijo de Francisca Cabrera (Pancha) y Narciso  Lora, falleciendo en Navarrete, Santiago de los Caballeros, el l0-04-l97l,a los l03 años.

Ñico Lora empezó a tocar el acordeón a los tres años, es decir, en l869, y ya a los l2 años era músico, en l880,que son los años referenciales del ingreso del acordeón a nuestro país, procedente de Alemania, y este instrumento, con sus tonos altos, fue el protagonista del merengue típico, junto a la güira  y la tambora.

No  se conoce ni existe ningún merengue que no se refiera a un personaje, hecho ó comarca dominicana, prueba fehaciente de su raíz autóctona, si es como indica la Biblia que “por sus hechos los conoceréis”.

Las primeras referencias fueron descritas en el merengue La Batuta, original de don Julio Alberto Hernández, donde describe el pleito de l9l5, aludiendo a los personajes que intervinieron en ese hecho de sangre, Luis Pelletier, Aquiles Alvarez, José Bordas Valdéz, Alejandro Woss y Gil. Casimiro Cordero y Wenceslao Figuereo (Manolao),..

Nadie, nunca, jamás, será comparable al aporte de talento en el desempeño de la ejecución (acordeón) y la composición del merengue como Ñico Lora, primo del poeta santiaguense don Armando Lora y pariente de los comunicadores Junio y Luis Eduardo (Huchi) Lora, este último, escritor de piezas musicales é investigador del merengue y de la inolvidable Picky Lora, la Juana Trinidad de la guerra de abril de l965, y del también periodista M. Armando Lora, inolvidables para el suscrito desde niño.

Ñico Lora compuso San Antonio, Juangomero, Caña Brava, Hatillo Palma, La Salada, Enrique Blanco, Ay Cuca, Pedrito Chávez, La muerte de Lilís, entre muchos más.

El Nacional

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