Los días nos enseñan nuestros aciertos y fracasos. Cosas tan vitales como ¿Qué teníamos que hacer?, ¿Qué debimos hacer? ¿Por qué fallamos en nuestra meta hacia al éxito?.
La lista de artistas que llevamos a un lugar cimero nadie lo cuestiona, lo hicimos bien aquella vez, pero si volviéramos a trabajar con esos mismos no lo haríamos con el mismo método.
Le pusimos el esquema del todo tan cómodo y al no capacitarlos le creamos un vicio de trabajar sin poner un solo centavo, sin tener el enfoque y la visión clara, sin saber cómo se hacen las cosas y de tenerlos como reyes. Parte de esto acarreó en muchos artistas que cuando salieron de nuestra oficina jamás dieron “pie con bola”, incluso, quienes pudieron mantenerse por un tiempo no crecieron en éste ni en otro mercado y se quedaron jodidamente locales.
En este tiempo el artista que no invierte en su carrera no cree en ella, por tanto no pasa mucho para terminar cometiendo errores muy graves que lo harán perder su tiempo y dinero importantes en el futuro.
Referente al merengue, en el pasado participamos en foros y debates con personajes de la Radio, la televisión, y de opinión en la prensa. Confieso que por la incapacidad de analizar desde otros paradigmas nunca llegamos al fondo de esa realidad.
Con el paso de los días nos vimos enriquecidos por el conocimiento de grandes amigos que nos visitaron, expertos en Marketing, Publicidad, Social Media, Diseño de Estrategias, Imagen Corporativa, entre otras, que son aplicadas a la “Industria del arte”. Al recibir su conclusión hemos fortalecido y aumentado por 10 el edificio de las ideas.
Lo primero que pudimos percatar es que no fue por la suerte, ni fue la casualidad el que estos proyectos actualmente estén como bola de nieve, colina abajo, agotados en el mercado de nuestro país. Con fórmulas me demostraron que mientras más mesas redondas y foros se hagan, si no se analiza desde el punto de vista crítico de estas ciencias el resultado siempre será cero. Estas herramientas nos enseñan y nos ayudan a todos. Desde como diseñar nuestro artista hasta como venderlo y más allá.
Hemos descubierto que el 85% de los artistas que salieron al mercado a nivel profesional en los últimos 20 años (entre 1996 y 2016) en República Dominicana no sobrevivieron los primeros cinco años de su lanzamiento y quedaron expulsados de sus plazas por no tener algo tan crucial e importante como un plan de negocios.
Entre las causas concluimos que algunos proyectos solo quieren recuperar el dinero a alta velocidad, como se los inyectan, buscando el corto plazo. Para vivir de la música es necesario sembrar semillas de aguacates que toman mucho para crecer, pero cuando da frutos los da en abundancia y con frecuencia, no semillas de tomates que crece y da frutos a alta velocidad, pero esta planta muere al poco tiempo y te deja sin nada.
Estudiando algunos proyectos notamos que “su plan de negocios” no es un plan de negocios, es parte de otro plan muy básico para distribuir su música.
Un plan de negocios es la brújula a corto, mediano y largo plazo de un artista que apunta hacia su norte en el mercado futuro para crearse una oportunidad.
Es el conjunto de estrategias y de acciones a tomar para resistir los embates de los primeros cinco años de fundación y posicionamiento, el tiempo mínimo considerado como el umbral de alto riesgo de todo el que comienza.
Este 85% de los “Artistas Startups” (Artistas emergentes) en su mayoría no aprovechan la onda de la demanda en el mercado para reinventarse, incrementar la inversión y evitar desaparecer cuando se les agote la demanda. Dicho de otra manera, logran el “boom” (acaparan por lo menos el 20% de los consumidores) y se olvidan de re-invertir en su proyecto y mejorar.
Además no cuentan con un equipo sólido y estable que maneje los riesgos de todo tipo y los fallos que en el futuro de seguro cometerán.
Luego les llega el embate, baja la demanda y por no estar preparados el mercado los vomita, aquí es donde se le hace casi imposible volver o como popularmente se conoce se “azaran”.
Desde nuestro lugar estamos dirigiendo con nuevas e innovadoras herramientas a los nuevos y viejos talentos que de manera responsable se preocupan en avanzar como soñaron. Los conocimientos se adquieren y la práctica va detrás de la teoría.
Orientamos hacia un éxito mucho más seguro y en menos tiempo del que sin estos conocimientos puedan tener.
Aquellos que fueron ídolos se les hace difícil entender que para llegar otra vez al carnaval deben realizar una serie de reajustes.
Como colofón compartimos con ustedes unas gráficas que muestra el desarrollo (vida y muerte) de un proyecto si no se reinventa a tiempo.
