Opinión

¿Por qué Temístocles?

¿Por qué Temístocles?

Al ver el nombre de Temístocles Montás entre los imputados por los sobornos que habría pagado Odebrecht para beneficiarse con la adjudicación de obras, me vino a la mente de inmediato la interrogante: ¿Por qué Temístocles? No me sorprendieron las exclusiones ni la inclusión de Andrés Bautista y otros dirigentes del Partido Revolucionario Moderno (PRM), porque políticamente el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) no podía cargar solo con el fardo del escándalo, pero sí el caso del actual ministro de Industria y Comercio. Y más después del comunicado en que Montás identifica a los funcionarios de las administraciones peledeístas que suscribieron contratos para proyectos del consorcio brasileño.
Antes del comunicado en cuestión, el exgerente de Odebrecht aquí, Marco Vasconcelos Cruz, había confesado que los distintos ministros de Hacienda de las gestiones peledeístas habían sido contactados por el empresario Ángel Rondón, otro de los imputados, para agilizar el proceso de aprobación de los fondos para las obras. Si bien es citado entre los políticos que recibieron aportes para sus aspiraciones presidenciales en 2008, 2012 y 2016, resulta que como ministro de Economía, Montás no firmaba, ni aprobaba ni adjudicaba proyectos.
Además de no tener que ver con las operaciones, Montás, quien siempre se ha movido en el área técnica de la administración pública, no es percibido como un político corrupto. Ni se ha caracterizado por la ostentación ni la vanidad. Ahora que pasa por un intrincado momento no es ocioso recordar que pertenece a una distinguida de profesionales de San Cristóbal, que en los inicios era el emblema del peledeísmo en la provincia.

Pero ese dirigente histórico al que no sé por cuáles razones se ha querido sacrificar fue, por la jerarquía que había alcanzado, de los artífices de la estrategia para que el PLD llegara al poder.
Buscando explicaciones a la inclusión de Montás en el expediente me pregunto si se le escogió para meter en el saco a un funcionario de peso, bien ranqueado en la historia del PLD.

Porque todo el que conoce siquiera mínimamente las relaciones de poder sabe que no es verdad que Montás recibía sobornos para gestionar en Hacienda ni el Congreso la aprobación de contratos para obras de Odebrecht.

El incremento que se cita en su patrimonio (que él ha explicado) podría ser por cualquier otro componente, pero, al menos hasta pruebas en contrario, no resultado de la venalidad.
En Industria y Comercio se mueven muchos negocios, pero Montás no es de los funcionarios que operan con nominillas ni fomentan el clientelismo a través de dádivas.

El Nacional

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