Opinión

Por San Cristóbal

Por San Cristóbal

Nos llaman y nos llamarán responsables, y arranquemos este enigma, aunque todos no lo somos y seremos. De ahí, que los verdaderos hijos y ciudadanos residentes en San Cristóbal jamás debemos permitir que nuestro terruño siga transitando por mares adversos, cual barco a la deriva.

Y muchos, salvo excepciones justificadas, somos responsables ya por acción, ya por omisión, del infortunio, carencia y determinismo propio de silenciosos y desinteresados a quienes poco les duele y preocupa la suerte, el presente y porvenir de la Cuna de la Constitución.

Y nos continuarán llamando responsables de permanecer ajenos al estatus de nuestro pueblo y de nuestras gentes, por la pérdida de la paz y el sosiego de antes, tragedia inmerecida, que sufren tantos de nuestros conciudadanos, aunque tenemos muchos hombres y mujeres apegados al trabajo con dignidad y esfuerzo, y anhelosos por un San Cristóbal mejor y más grande.

No debemos perder los valores éticos, morales y sociales, porque San Cristóbal también es meca del patriotismo de la constitucionalidad, la cultura y la historia.
Y debemos unirnos antes de que se asomen días y grandes tempestades que nadie podrá detener. Debemos abrir a tiempo nuestros ojos, aquilatar las mentes, poner a vibrar los sentimientos, con la unión sin sectarismo político, respetando cada quien sus ideales en pos de reorganizar y orientar a nuestro pueblo, que se derrite entre la desesperanza, el jolgorio y la miseria.

Volvemos a decir que San Cristóbal ha perdido la tranquilidad y el ensueño, por tanto, hay irrespeto al amigo, a la sociedad, al vecindario, y muchos se irrespetan a sí mismos, violentando la Constitución y leyes vigentes. No obstante, debemos decirlo, son loables algunos esfuerzos que realizan las autoridades, civiles, policiales, militares y personas e instituciones que luchan por la Puerta del Sur.

San Cristóbal vive, cual suplicio desgarrador, triste, quejumbrosa, aunque tenemos ciudadanos y ciudadanas de respeto, valor, dignidad, honradez que se han esforzado por esta comunicad, pero estamos dispersos, divididos, y se sabe que una o algunas golondrinas no hacen verano. La unificación puede ser el futuro.

Nos proponemos muy pronto, con la ayuda de Dios, formar un proyecto o alianza por San Cristóbal, que se haga sentir, reclamar sus prerrogativas, vibrar, despacio pero positivamente, y poder expresar las frases lapidarias de Jesús ante Lázaro: ¡Levántate y anda! Y San Cristóbal podrá un día levantarse llena de glorias y laureles.
Tenemos la fe, y aún nos queda la esperanza.

El Nacional

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