Opinión

PRECISAMENTE

PRECISAMENTE

Se vive una época de auténtica fascinación. Retos y oportunidades. Cambios y variaciones de amplias e intensas inseguridades e incertidumbres. Es una ocasión histórica. El punto es, descubrir e  intentar. Se precisa  el bienestar y no el malestar. No tenemos, en verdad, mucho que perder, y sí, mucho que ganar. El juego no es ganar o perder sino, ganar-ganar.

La supervivencia en la actividad económica requiere un alto grado de información y flexibilidad mental, gestión, competitividad,  excelencia.  Y, sobre todo, énfasis mayor en la moral, condiciones difíciles en nuestro país por carencia de educación eficiente; casi todo es improvisación o un criterio dogmático y autoritario del liderazgo. A veces, egocéntrico.

Alguien dijo: ‘’Quienes no entienden los nuevos paradigmas económicos, corren el riesgo de convertirse en víctimas de quienes sí los entienden’’. Es importante, quizás esencial, destacar el mérito de conocer el paradigma económico, en el mundo desarrollado. Quienes formulan las políticas económicas deben centrarse en la apreciación del activo, la cual tiene un impacto mucho mejor en la economía, en lugar de centrarse en el incremento del flujo de los activos. Es decir, consolidación en vez de expansión. Algunos gobiernos no comprenden esto hoy en día, quienes así piensen y operen,  pueden colapsar en estos tiempos, porque se vuelven vulnerables a una hemorragia de dificultades a gran escala.

El capitalismo democrático avanza por todo el mundo, de manera salvaje, hacia nadie sabe exactamente dónde, los esfuerzos, cuando ya no existen ni metas ni objetivos concretos, hay que redoblarlos. Se necesita aplicar sin reservas métodos que permitan valoraciones profesionales más justas a todos los niveles en el capital humano, a través, de un  proceso inteligente de los recursos humanos, aun sea una asignatura muy compleja y arriesgada, pero indiscutiblemente, más valorada.

El Nacional

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