Opinión

Precisamente

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POR: César Pichardo
cesarpichardo1@hotmail.com

 

Ciberdelincuencia

 

Vivimos en una sociedad donde la privacidad es desprotegida con vehemencia… Y con razón, esta manera, es notablemente vulnerable. El creciente número de delitos cibernéticos en que la víctima, sea una persona, un banco o una institución, no tiene inter reacción personal con el criminal y a veces, ni si quiera lo ve, no da oportunidad de ser identificado, ni muestra su cara, utiliza nombre falso.

Hoy en día, se pueden robar los números de las tarjetas de crédito y transferir de inmediato los fondos a la cuenta bancaria del ladrón. Y, en líneas generales desde la computadora encriptada de algún ciber ladrón que utiliza los servicios gratuitos de Internet inalámbrico de diversos establecimientos, volviéndose así prácticamente imposible de ubicar, al no querer recuperar sus fondos, si la victima de tal fraude tratara de investigar las transacciones en donde ocurrieron, quien tuvo acceso a tal o cual red inalámbrica, se encontraría con que esta información está protegida por ‘’políticas de privacidad y leyes’’, por supuesto, estos delitos pueden ser investigados por las autoridades correspondientes, que accedan a dicha información.

No soy un retractar de las políticas de protección a la privacidad, ni imaginarlo, pero estos ejemplos dan la importancia que nuestra sociedad da a la privacidad. Así, se entiende que nuestro trasfondo nos ha enseñado que los criminales manipulan estas herramientas porque se saben protegidos por políticas aplicadas a sistemas judiciales que los liberan de las consecuencias de sus engaños, y aunque las autoridades se esfuerzan mucho por detectar y desmantelar los laboratorios que operan estos fraudes millonarios, la ciber delincuencia sigue su auge en una sociedad proclive a las debilidades que impiden la real aplicación de justicia.

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