Mano a mano
En un mundo que está tomado por el narcotráfico, no es difícil entender que ya está dentro de muchos gobiernos.
En mi opinión de columnista responsable, repito verdades hasta que lo entienda el ultimo ciudadano, que no debe aguantar tantas travesuras políticas; existe un ‘’hasta aquí’’. Sé, que algunos gobiernos resultan incapaces de enfrentar o eliminar la impunidad que genera la corrupción, del mismo modo, los altos niveles de violencia e inseguridad. Estos gobiernos siempre consideran que las cosas van a cambiar en ‘’algún momento’’. Y, qué se debería hacer al respecto.
¿Por qué la democracia ha descentralizado el poder ejecutivo? ¿Sera mejor juego de manipulación?
Hay que reinventar la cultura ciudadana de respeto a su inteligencia para la mejor convivencia.
Cada vez, se desgasta más la sociedad y se profundiza más el rosario de crisis.
¿Se pueden construir instituciones que logren combatir de manera eficaz la impunidad, la violencia, la injusticia, la inseguridad y la dinámica operativa de un creciente mercado de drogas sin contar con las herramientas correspondientes?
¿Es posible confrontar a los funcionarios que utilizan un puesto público como si el país fuera un rancho de su propiedad, por su desconsiderado enriquecimiento personal consecuencia de una corrupción?.
Se necesitan instituciones con una política clara y real, traducidas en actos y prácticas, mano a mano, con una sociedad civil más participativa y menos teórica. Es cuestión de mentalidad práctica con ideas y proyectos más efectivos.
Estamos en una crisis de enfermedad terminal en lo que respecta a la salud social, económica y política que en su estado de emergencia exige una voluntad de acera, para realizar urgentes transformaciones radicales.
Hay que crear una unidad nacional con autentica vocación de servicio gubernamental, ética y moral sin resquicio alguno de individualismo.
