Opinión

Precisamente

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Carnaval

 

Con el disfrute del Carnaval, y sobre todo, el derecho al espectáculo se hace un alto a los afanes cotidianos, y nos desconectamos por un día o varias horas al día, así, vivimos turismo interno, y el Carnaval trasciende, porque logramos que el descanso inusual permita conocer en algunas oportunidades algún lugar, ciudad o región del país, que tal vez no visitemos desde hace mucho tiempo o que los hijos no conocen; nuestro país tiene muchos lugares atractivos. Y ahora, las celebraciones del Carnaval se han extendido ampliamente.

Desde épocas remotas, el hombre identifico el comportamiento de sus alegrías con dioses que construyo su fértil imaginación, a esos dioses, cada pueblo tuvo su manera de rendirle reverencia en función de lo que fueron sus costumbres y sus patrones.
El Carnaval es una manifestación cultural, la gente lo vive con mucho fulgor.

El Carnaval tiene una tradición mitológica que se pierde en el tiempo.  El Carnaval recorre las formas específicas de expresión de la alegría de cada pueblo, pero también, preserva una tradición cristiana mezclada con manifestaciones agradablemente paganas.

Vemos como en los países asiáticos, los sacerdotes rendían culto a Buddha, realizando grandes ceremoniales en los que primaban los colores vistosos y las mascaras. Todavía para este tiempo, innumerables tribus africanas conservan determinadas fechas para realizar sus fiestas de comparsas, bailes y otros regocijos, bulliciosos. En la tradición cristiana se llama Carnaval a los tres días que preceden al miércoles de ceniza.

El Nacional

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