Opinión

PRECISAMENTE

PRECISAMENTE

La sociedad está fragmentada, desgarrada, expuesta al empuje de una economía de incertidumbre, que se expresa a través de una violencia que estalla, en un lugar u otro. No pasa un solo día sin que un ser humano mate a otros. ¿Por qué tal destrucción se repite con insistencia, en la muerte? la razón está oculta en las profundidades de la psicología colectiva.

La sociedad vive una cultura política que asfixia. Cambian los nombres, las consignas o cualquier cosa absurda; pero, la violencia sigue siendo la misma, aunque se encuentran formas indirectas para ejercerla.

La política es una calamidad que nos ha hecho vivir siglos de sufrimiento. Creo que la política es absolutamente innecesaria, pero los políticos no consienten eso porque no materializarían sus ambiciones. Tampoco se necesitan los partidos. Solo contribuyen a la destrucción de la democracia. La gente dice que la democracia no puede existir con los partidos políticos, porque tienen sus propios intereses.

Cada individuo es libre de presentarse a cualquier cargo o votar por quien le parezca conveniente. Así, elegimos a alguien que nos impone, y esto nos libra de toda responsabilidad, ya que recae sobre quien ordena lo que está bien y lo que está mal. Entonces, nuestra irresponsabilidad genera la pérdida de la democracia, el derecho individual, la libertad de pensamiento y de expresión. Todo. Es una situación compleja.

¿Por qué toda vez que hay en juego algo de importancia decisiva, las posiciones de vuelven rígidas o, en el peor de los casos, quienes ostentan poder se aferran a la imposición, en vez de la transacción complementaria entre las partes?

Basta un cambio de énfasis con perspectiva de fondo y forma puramente general, con el rigor de una visión alternativa de la situación nacional.

El Nacional

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