Opinión

PRECISAMENTE

<P>PRECISAMENTE</P>

Orar por la sociedad. Por ti, por mí… Es el momento para hacerlo. Hay que ponerse en las manos de Dios. La espiritualidad nos otorga esos recursos internos que operan mejor, inexplicablemente.

Y…  neutralizan las influencias que provocan ansiedad, generan esas dificultades que originan las emociones negativas, el descontrol desmesurado o las carencias morales, creadas en la atmósfera de la rivalidad inútil, que no hace otra cosa que robar la tranquilidad e incitan al estrés y la alteración de las emociones.

Hay que detenerse, parar, seguir, observar, y entrar al propio centro de la conciencia.

Encontrar la calma, sosiego, armonía,  equilibrio, balance, quietud.

La paz interior es auto transcendencia.

Ahí, está la raíz de la espiritualidad.

Quien nos transciende es Dios, todos dependemos de él.

La espiritualidad es justo esta búsqueda del ser superior, del que proviene todo cuanto existe, es un progresivo descubrimiento de lo profundo de uno mismo.

Puede ser un diálogo interno entre el ser humano y el ser superior, cultivado por la vida espiritual.

Es la palabra que transciende.

Es la oración en su sentido más amplio. Puede ser sin palabras.

La oración es una expresión que proyecta más allá de sí mismo.

 Su poder está en el fondo, no tiene forma ni análisis.

Simplemente… es invisible, frágil,  absoluta.

 

El Nacional

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