SANTIAGO.- El arzobispado en esta provincia se mostró preocupado por lo que define como falta de sensibilidad humana en la sociedad dominicana ante los escándalos, descomposición social y el irrespeto a la vida “como si a sus miembros les nacieran callos en el alma”. La posición en tal sentido la contiene el editorial del semanario Camino, que con el título “¡Cuidado!”, circulará el próximo domingo en todos los templos católicos del país.
Entiende que a un amplio segmento de la población dominicana nada le inmuta, es como si a sus miembros les nacieran callos en el alma, por lo que estima se está en presencia de un peligro “porque esa forma de vivir se contagia en una sociedad arropada por el relativismo”.
“Esta visión de la cotidianidad explica la actitud sumisa ante los grandes desafíos que tenemos frente a la historia en cuanto al futuro de la nación y cada día nos encontramos con hechos que debieran llevarnos a la acción como pueblo para cambiar este panorama”, opina Camino.
Como ejemplo de la situación, el vocero escrito del arzobispado con sede en esta ciudad resalta lo dicho recientemente por el presidente del Consejo Nacional de Drogas (CND) Fidias Aristy, que en el país hay unos 200 mil estudiantes de escuelas públicas y colegios que consumen drogas.
“Esa noticia, con sus graves consecuencias, es olvidada al día siguiente por otra no menos preocupante, formando así una cadena de desesperanza que nos agobia y resta fuerzas para cambiar tantos signos de muerte que vemos a diario”, indica el semanario católico.
Por tal motivo, sugiere hacer un alto en el camino, para lo que entiende todavía se está a tiempo “y en el caso de los jóvenes plantearnos seriamente, Estado, comunidad y familia, qué está fallando para que se dé este fenómeno desgarrador de tener una cantidad tan alta de muchachos vegetando y marchitando su futuro, volviéndose ancianos en plena juventud porque el consumo de estupefacientes ha carcomido su existencia”.
A su juicio, los adultos y las principales figuras políticas, del arte y el deporte están mostrando a los jóvenes valores negativos en los modelos de vida.
“Cada día muestran que se pueden violar las leyes y nada pasa, que sólo se necesita tener influencias para burlar el ordenamiento jurídico que nos permite vivir en una sociedad civilizada, que tienen licencia para pisotearlo todo, y que están exentos del castigo y la sanción frente a lo mal hecho”, precisa.
Tras considerar que esa realidad se refleja negativamente en la juventud, Camino dice que no es tiempo de lamentos y lágrimas, sino la hora de redoblar los esfuerzos para mejorar.
