Opinión

Presas o polos turísticos

Presas o polos turísticos

Es innegable que la construcción de presas de embalse y otras obras de infraestructura son  sumamente importantes para el desarrollo de las comunidades. Las presas, en la mayoría de los casos, proporcionan agua para los acueductos, el riego y la generación de electricidad.

Sin embargo, hay que tener mucho cuidado cuando esos proyectos afectan gravemente a los recursos naturales y el medio ambiente, sobre todo de cuando inciden negativamente en ciudades convertidas en polos turísticos de montaña  e interconectadas con otras se similares condiciones.

Los polos turísticos no solamente incluyen  playas y hoteles, sino que en países como el nuestro el turismo de montaña constituye un enorme atractivo, tanto para los extranjeros que nos visitan, como para los propios dominicanos.

La idea de desviar el río Yaque del Norte para construir el proyecto Manabao-Bejucal-Tavera es irracional, por cuanto existen tantas localizaciones para erigir pequeñas y medianas presas que beneficien a comunidades pobres.

El mencionado proyecto Manabao-Bejucal-Tavera perjudicaría enormemente al municipio de la Jarabacoa, pues supone desviar el río y lesionar el potencial turístico y económico de esa comunidad. La cuenca del mismo rio quedaría también afectada, con un desastre ecológico de proporciones inimaginables.

No hay que olvidar que la República Dominicana cuenta con tres cadenas de montañas que atraviesan la isla, recorren un corto camino hacia el mar, produciendo daños si no son atajadas, para producir energía, agua para el consumo humano y riego para la agricultura. El desarrollo de posibles proyectos de pequeño y mediano impacto, en conjunto, produciría más beneficios que el mentado proyecto de Jarabacoa.

Si se realizara un estudio en la parte norte y sur de la Cordillera Central, como en las demás Cordilleras, se observarán cantidades de arroyos con caudales permanentes que pueden ser aprovechados, dentro de una política que implique la producción de energía y al propio tiempo beneficie a la agricultura, sin necesidad de hacer una gran inversión en el proyecto que estamos descartando, por lesivo a la ecología y a  la comunidad de Jarabacoa y sitios aledaños.

En lugar de poner en marcha a Manabao-Bejucal-Tavera, mejor sería agilizar los recursos del gobierno para impulsar proyectos energéticos iniciados, que deberán cumplirse dentro de los programas establecidos, sin dejar caer los financiamientos internacionales que tienen.

Hemos leído en la prensa que el organismo encargado de las construcciones hidroeléctricas, con gran acierto, no contempla en su programa de trabajo poner en marcha el proyecto Manabao-Bejucal-Tavera, en una actitud llena de sensatez.

El Nacional

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