Aunque no masiva, la presencia de agentes de la Policía Nacional en las zonas céntricas del Gran Santo Domingo fue notoria durante la primera etapa del operativo Navidad Tranquila 2012, que se puso en marcha con el objetivo de aumentar los niveles de la seguridad ciudadana en coordinación con las Fuerzas Armadas y los demás organismos de seguridad del Estado. Sin importar cual será la actitud de la Policía, no hay nada que produzca más seguridad que uno ver un vehículo policial con las luces encendidas paseándose a baja velocidad por la avenida San Vicente, que es la ruta que yo tomo en camino a mi casa, según Roberto Rivera, estudiante de O&M.
Un amplio operativo de patrullas, que se desplazaban a pie, en motocicletas, en carros y camionetas, tomaron las calles, barrios y avenidas, así como plazas públicas y comerciales, tratando de frenar la creciente ola de criminalidad y violencia que amenaza con tomar todo el país.
En las vías de mayor concentración comercial y peatonal, como la avenida Duarte, José Martí, El Conde, Villa Consuelo y parte de la avenida 27 de Febrero, se observó la presencia de policías, en patrullas a pies y en vehículos, principalmente en motores, que se movían de un lugar a otro y en las noches los vehículos con las centellas encendidas.
Muchas patrullas estaban compuestas por una o dos motocicletas, con dos o cuatro ocupantes, claramente identificados en sus chalecos antibalas; portaban dos pistolas, una escopeta y una radio de comunicación. Otras patrullas estaban compuestas por una camioneta y cuatro uniformados, provistos de chalecos y armas cortas y largas.
Quizás lo último en la cadena del operativo de seguridad durante la Navidad lo son las patrullas policiales a pies. Estas estaban compuesta de dos o cuatros hombres, de los cuales, por lo regular, uno de dos; o dos de cuatro están armados, los demás tenían solo macanas y esposas. Su labor es más preventiva.
Patrullas de dos miembros, sin armas, también se observaron en algunas vías. El efecto psicológico de seguridad que proporciona a los ciudadanos, y de intimidación a los pillos y delincuentes este tipo de vigilancia es muy efectivo por su carácter disuasivo y por su cercanía con las personas.
También el patrullaje Policial se sintió en las calles de los principales barrios de la provincia Santo Domingo, donde se notaron unidades motorizadas. En sectores como Ensanche Ozama, Mi Hogar, Alma Rosa, Villa Faro, Las Palmas, Los Mina, en donde en condiciones normales el patrullaje es muy irregular, fue evidente la vigilancia de los uniformados de gris de manera constante, durante el día y la noche.
En algunos puntos de la zona céntrica del Distrito y en entradas y salidas de lugares de alto riesgo delincuencial se instalaron puestos de chequeo: en la Prolongación Venezuela, en la salida de Los Tres Brazos, en la avenida Francisco del Rosario Sánchez, en la entrada a La Cienaga, entre otros, fueron habilitados retenes muy bien identificados.
Composición de los retenes
Una hilera de conos lumínicos al lado derecho de la calle o avenida. Un agente con una paleta fluorescente, haciendo la señal de pare, otro agente en posición de alerta con un arma larga, dos oficiales para hablar con el conductor y requisar el vehículo y por último una unidad móvil, para dar apoyo.
En horario nocturno fue notoria la buena ubicación de los retenes, por lo bien iluminado del entorno, y la buena identificación de la unidad policial.
Otros puntos claves, como la avenida Luperón, George Washington, la cabeza del puente Mella, o de la 17, San Vicente de Paúl, avenida Francisco Alberto Caamaño y la Charles de Gaulle, también fueron intervenidos.
Más destacamentos móviles fueron ubicados en diferentes lugares escogidos por su ubicación geográfica. En la Avenida del Puerto, en el Malecón, en el V Centenario.
