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Presencia economica

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Entre bonos te veas
 ¿Será cierto que para muchos inversores internacionales resulta más rentable y seguro deshacerse de sus bonos corporativos para dar paso a la adquisición de bonos soberanos?

 Un bono  es más que un instrumento de deuda que genera  una obligación de pago fijo de una suma de dinero a modo de tasa de interés.

 Quien emite el bono lo hace porque necesita dinero en efectivo para desarrollar determinado programa de inversión o con el objetivo de enfrentar determinados compromisos financieros para los cuales no cuenta con los recursos necesarios.

 Los citados papeles de renta fija pueden ser emitidos ya por empresas, Estados  o entidades crediticias multilaterales como el Banco Mundial (BM) y Banco Interamericano de Desarrollo (BID) mediante el otorgamiento de garantías financieras para la emisión de bonos.

 Lo dicho precedentemente significa que existen bonos privados y públicos.

 En el lenguaje financiero internacional suele hablarse de bonos corporativos, que son aquellos emitidos por las empresas con el propósito de captar dinero fresco para ejecutar, por ejemplo, un proyecto de expansión y renovación tecnológica.

 Cuando esas empresas sufren una caída en el valor de sus acciones, entonces los inversionistas que adquirieron los bonos  sufren las consecuencias negativas, a tal punto que en medio de grandes escándalos financieros sobreviene el nerviosismo y la evaporación de miles de millones de dólares.

 Las quiebras bancarias y de poderosas transnacionales norteamericanas y europeas  han sembrado la desconfianza entre los accionistas y los tenedores  de bonos corporativos.

 Gerentes de unidades de investigaciones de mercados financieros emergentes han expresado su preocupación por la pérdida de confianza de los inversores en los bonos corporativos.

 Al parecer, y como forma de cubrirse de la inestabilidad financiera internacional, los inversionistas están transfiriendo sus capitales en bonos corporativos a deuda soberana, es decir, a bonos emitidos por los países emergentes.

 Y es que los capitales suelen desplazarse hacia donde se registra mayor rendimiento y menor riesgo.  Los bonos soberanos tienen el respaldo del Estado. No existe el riesgo contable que está presente en los bonos que emite una empresa.

El Nacional

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