Opinión

Presencia economica

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¿Ha significado la globalización un fenómeno económico provechoso para todos los países que han participado en el proceso?

 El economista chileno Eduardo Aninat, quien fuera subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) durante el período 1999-2003, llegó a sostener  que  “la globalización ha hecho aumentar el ingreso y ha contribuido a elevar los niveles de vida en muchas regiones del mundo, en parte gracias a sofisticadas tecnologías puestas a disposición de los países menos  adelantado”.

 Con palabras de un poeta, Aninat expresa: “La globalización, al proponer un futuro más brillante para todos, proporciona tal vez el camino más fiable para lograr mayor seguridad y paz en el mundo”. Pero no puede haber prosperidad sin un crecimiento económico que auspicie una mejor distribución de la riqueza creada.

Y ocurre que la pobreza hace residencia en los países donde no existe disponibilidad de recursos financieros bajo la forma de inversión extranjera directa (IED), buena dotación de tecnología y canales seguros de comercialización.

 Es verdad que los flujos de inversión extranjera directa (IED) han crecido bajo el impulso de las redes de comunicaciones (pensemos en la Internet) y el libre movimiento de los capitales, pero con una marcada desigualdad entre los países industrializados y el mundo subdesarrollado (del cual forma parte la República Dominicana).

 Según los datos de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) las entradas de inversión extranjera directa alcanzaron en el 2012 la suma de 1,3 billones de dólares, lo que representó una caída del 18 por ciento respecto del 2011, año en el cual el monto ascendió a 1,6 billones de dólares.

 Un dato importante: los países desarrollados están perdiendo protagonismo en la captación de IED. En efecto, el pasado año el monto de las inversiones en esas economías sumó los 550 millones de dólares, cantidad que representa su nivel más bajo en una década.

En cambio los países subdesarrollados acusan un incremento en el volumen de IED. Al cierre del 2012 los flujos de inversiones totalizaron los 680 millones de dólares, cantidad de dinero que se sitúo por encima de la captada por el mundo industrializado.

 Es cierto es que la orientación geográfica de la IED tiene como escenario principal a Estados Unidos y los países europeos, aunque China, India  y otros países emergentes se han transformados en importantes polos de captación de inversiones tras la crisis económica mundial del período 2008-2009.

Téngase en cuenta que los movimientos de las inversiones extranjeras dentro de la economía mundial constituye una expresión concreta del grado de difusión de la globalización.

El fenómeno de la globalización económica existe más allá  de los juicios de valores o negaciones ideológicas. Es un grado superior de la interdependencia de los países a nivel mundial. Y su impacto se proyecta en la economía interna.

Aceptar el fenómeno de la globalización es un paso necesario para adoptar las medidas necesarias que permitan disminuir el impacto adverso que su expansión genera en las economías subdesarrolladas, sobre todo si tomamos en cuenta su carácter excluyente respecto de los intereses económicos del mundo industrializado.

El Nacional

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