Opinión

Presencia economica

Presencia economica

¿Se hunde Estados Unidos?
Mientras el cierre parcial del gobierno federal entra ya en su tercera semana, los ojos del mundo financiero observan con profunda preocupación la agónica marcha de las manecillas del reloj que marca la posibilidad real de que para el próximo viernes Estados Unidos se declare en cesación de pagos de su deuda soberana.
En efecto, si para el próximo viernes la Administración Obama y los legisladores republicanos del Congreso norteamericano no arriban a un acuerdo presupuestal en torno al tope de su capacidad de endeudamiento (que en la actualidad se sitúa en 16,7 billones de dólares) Estados Unidos tendría que dejar de pagar sus obligaciones financieras tanto internas como externas expresadas en sus bonos soberanos.

Que no se trata de que EE.UU. carezca de dinero para mantener funcionando su estructura administrativa, sino que las contradicciones políticas entre las bancadas republicana y demócrata -ésta última en causa común con la Administración Obama- no han logrado ponerse de acuerdo sobre el destino de algunas partidas presupuestales. Estamos en presencia crisis política más que económica.

Si no se llega a un acuerdo entre el Congreso y el Gobierno el mundo será testigo de un espectáculo legal poco frecuente en la vida institucional de Estados Unidos: la incapacidad jurídica del gobierno para honrar sus compromisos de pago ante los tenedores de bonos del Tesoro, lo que generaría desconfianza en los mercados financieros internacionales y hundiría a las bolsas de valores en el casos y la incertidumbre.

Desde el 1996 Estado Unidos no vivía un cierre de su gobierno federal debido a la oposición del Congreso para otorgar una autorización al gobierno para aumentar su capacidad de endeudamiento. Se diría que eso no es nuevo dentro de la dinámica política estadounidense, pues desde 1960 el poder legislativo ha intervenido en 78 ocasiones para incrementar, extender temporalmente o revisar el límite de la deuda, pero…
Ocurre que en estos momentos la credibilidad económica y financiera de Estados Unidos se encuentra muy cuestionada debido a su probada suma de déficits fiscales y comerciales que comprometen su capacidad de pago ante los ansiosos inversores internacionales que cruzan los dedos para que la crisis política que sacude a la tierra de George Washington tenga una pronta solución.

No se explica cómo a escasas horas de la posible cesación de pagos por parte de Estados Unidos las empresas calificadoras de riego (Standard &Poor’s, Fitch Ratings y Moody’s, entre otras) mantienen un silencio que desconcierta en torno a la credibilidad de la capacidad de pago del gobierno norteamericano.

Analistas financieras internacionales han llegado a preguntarse: ¿cómo pueden algunas firmas calificadoras mantener la nota perfecta para la deuda de Estados Unidos, cuando durante varias semanas la principal preocupación de los mercados ha sido el incumplimiento de su pago? Para las próximas horas esa situación de inercia podría cambiar radicalmente.
Definitivamente, los dominicanos debemos dar seguimiento a la actual crisis política-presupuestal que estremece al gobierno de Estados Unidos, pues si se llegase a producir una cesación de pagos (un default) entonces la economía mundial podría vivir momentos de incertidumbre y caos global.