Montaña de oro
Conflictos políticos-militares, decisiones gubernamentales y el estallido de crisis económicas globales han gravitado sobre el comportamiento de la cotización del oro en el mercado internacional.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) se reorganizó el sistema monetario-financiero internacional estableciéndose el patrón cambio-dólar mediante el cual se consignó al dólar (moneda nacional de Estados Unidos) como la divisa por excelencia de la economía mundial.
Para 1971 el tristemente célebre presidente Richard Nixon rompió el sistema patrón oro en virtud del cual una onza Troy (equivalente a 31,1 gramos) se cotizaba a 35 dólares la onza Troy (31,1 gramos); cuando en 1973 estalló la crisis del petróleo el oro se vendía a 42 dólares con 20 centavos; también los conflictos en Afganistán e Irán en los finales de los años sesenta dispararon el precio del oro a más de 850 dólares la onza.
A raíz de la Gran Recesión (2008-2009) los inversores internacionales se lanzaron presurosos a comprar el cotizado metal, llegando a ofrecer hasta mil 900 dólares por una onza de oro. Desde entonces el precio del metal ha venido declinando, pero nunca a los niveles del 2007 cuando alcanzó los 695 dólares la onza. El año 2013 cerró con una cotización de mil 410 dólares la onza y al día de ayer, martes 22 de julio de 2014, el oro se vendía a mil 306 dólares.
Pero, ¿cómo olvidar lo que aconteció en marzo del año 2000 cuando se produjo el derrumbe de los precios de las acciones de las empresas dedicadas a la alta tecnología de la Internet y la informática llevando a la quiebra a numerosos inversores y sembrando el pánico en el negocio de las “puntocom”?´
¿Qué decir del impacto sobre la economía mundial generado por el estallido de la famosa burbuja inmobiliaria dentro del territorio económico norteamericano en el verano del 2007, el cual produjo una caída vertiginosa en los precios de las bienes inmuebles?
Se trató de la crisis de las hipotecas subprime, la cual se gestó por los incumplimientos de pagos por parte de acreedores con escasa posibilidad financiera para honrar sus deudas que fueron beneficiados por préstamos alegres otorgados por entidades bancarias irresponsables.
Por eso resulta un poco exagerado el pronóstico que hizo en mayo pasado un analista financiero norteamericano llamado James Rickards, quien sostiene que el precio del oro caerá estrepitosamente durante el último trimestre del presente año debido al estallido de la burbuja del mercado del oro, llegando a sostener que “no hay ningún remedio y hay que prepararse para la catástrofe”.
Lo cierto es que en los actuales momentos los conflictos geopolíticos existentes en diversas regiones del mundo están creando las condiciones para el retorno de las turbulencias financieras internacionales y de nuevas alzas en el precio del oro.
¿Y hasta cuanto podría dispararse la cotización del metal amarillo? ¿Semejante posibilidad alcanzaría el nivel de una tendencia? ¿Sobrevendría a mediano plazo un desplome en los precios del oro? Sólo el paso del tiempo ofrecerá respuestas…
