Opinión

Presencia economica

Presencia economica

Entre armas y deudas

La crisis económica mundial que explotó en el verano de 2007 dentro del territorio financiero de Estados Unidos no solamente profundizó el nivel del endeudamiento público contraído para “salvar” a los grandes bancos e instituciones financieras que estaban al borde de la quiebra, sino que también puso en alerta roja a la industria armamentista.

Porque tras los horrorosos actos terroristas acaecidos en EE.UU. el 11 de septiembre de 2001 y las posteriores acciones militares de Washington sobre Afganistán e Iraq se generaron grandes obligaciones financieras contra el presupuesto federal.

Linda Bilmes es una investigadora de la Universidad de Harvard afirma que los conflictos de Iraq y Afganistán, sumados, serán las guerras más costosas en la historia de los Estados Unidos, llegando hasta una cifra de entre 4 y 6 billones de dólares. Pero ocurre que la citada suma de dinero no ha sido desembolsada, pues se trata de deudas contraídas por el Departamento de Defensa (Pentágono) con empresas transnacionales fabricantes de armas de todo tipo, aprovisionamiento bélico y servicios diversos en la esfera militar.

¿Sabía usted que en los últimos 12 años Washington ha pagado alrededor de 260 mil millones de dólares sólo en intereses de los préstamos tomados para atender los asuntos militares en Afganistán e Iraq?

La Gran Recesión (2008-2009) que vivió la economía mundial afectó las partidas presupuestales destinadas a los gastos militares. En el 2010 tanto Estados Unidos como la Unión Europea redujeron sus respectivos presupuestos de defensa. Estaban desconcertados ante el enorme endeudamiento público contraído para el salvataje de los grandes bancos a punto de quebrar.

Ton van Osch, quien fuera director general del Estado Mayor de la Unión Europea llegó a expresar: “Sería desastroso para la protección de nuestra prosperidad y seguridad reducir aún más nuestro presupuesto de defensa. Ya hemos superado el límite aceptable”.

El citado militar está vinculado con la oficina de lobbismo o cabildeo Agenda de Seguridad y Defensa (SDA, por sus siglas en inglés), una oficina de lobby con sede en Bruselas controlado por líderes militares y la industria de armas. Téngase en cuenta que el lobbismo es un trabajo de relaciones públicas orientado a influir en las decisiones de los poderes públicos en determinados asuntos.

Pero con la nueva convocatoria de Washington a la Organización del Atlántico Norte (OTAN) y a países árabes que gastan mucho dinero en asuntos militares para que se integren a una alianza para frenar los avances militares del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) veremos una reactivación de los gastos militares, lo que significará la apertura en esos países de una nueva fase dentro del ciclo del endeudamiento público.

Cierto: la economía militar volverá a devorar enormes recursos financieros y naturales en desmedro de la economía civil. Los gastos militares suelen generar deudas, consumiendo dinero que debería ser destinado a las inversiones productivas y al gasto social.

El Nacional

La Voz de Todos